Italia estaba inmersa ayer en un torbellino político después de que el primer ministro, Silvio Berlusconi, rompiera estrepitosamente con el que fue su aliado de centroderecha más poderoso, Gianfranco Fini, poniendo al país ante la posibilidad de elecciones anticipadas. Berlusconi había acusado a Fini de "traidor".
