Sentirse lleno de energía, en plenitud y sobre todo, más sano.
Esas son las razones que enumeran las personas que ya pasaron los 50 y eligen el mountain bike como actividad para mantenerse en forma. Horacio Villarroel y Alfredo Lobillo decidieron subirse a la bicicleta para probarse a sí mismos cuán lejos podían llegar, en el desafío contra el paso de los años. ‘Es una actividad que me revitaliza. La naturaleza tiene algo especial que te llena de energía y siento que los beneficios de practicarlo son muchos, tanto físicos como mentales‘, contó Horacio.
Cuando egresó como profesor de Educación Física, junto a grupo de compañeros pensó en hacer travesías en bici. Y, casi sin pensarlo, hoy ya puede contar ocho viajes por la cordillera hacia Chile. ‘Empezamos en 1986 con el tradicional Paso de los Libertadores y diez años más tarde, fuimos por el Paso de Agua Negra. Cuando en 2006, cruzamos por Samore nos pusimos a pensar en la edad que tendríamos en el 2016‘.
Entonces, decidimos que teníamos que aprovechar cada oportunidad que se nos presentara‘, comentó Villarroel.
Acompañado por Alejandro Méndez, Juan Ángel Atencio y Juan José Saffe se aventuró por los pasos de Pino Hachado, Icalma, Carirriñe, 3 Lagos y Hua Hum. En el 2008, cruzó el Camino de Santiago y, haciendo un recuento, la bici ya lo llevó por 25 países.
‘No hay como la sensación del aire que te choca la cara. No tiene punto de comparación con andar en auto. Si bien a veces usamos un vehículo de apoyo en el que llevamos la mayor parte del equipaje y los repuestos, el elemento esencial del viaje lo hacemos en dos ruedas. En otras ocasiones, sólo preparamos nuestras alforjas con comida, agua y mapas y nos preparamos para avanzar‘, afirmó. A fin de año, planificará la próxima travesía a Chile con sus amigos y no piensa parar. ‘Me siento muy bien y parece que se me nota, porque la gente me dice que no aparento la edad que tengo. Siempre que se haga con los cuidados necesarios, el mountain bike no tiene fecha de vencimiento‘, dijo.
En tanto, para Alfredo Lobillo empezar a destiempo no fue obstáculo. ‘Aunque arranqué en el ciclismo a los 30 años, pude lograr lo que me propuse. Competí en categorías mayores y me entusiasmé con el tiempo. Este deporte me llenó de vida. Me hace bien físicamente y hasta me motivó para dejar el cigarrillo. Tengo la posibilidad de hacer una vida sana, a los 61 años‘, afirmó.
Hace tres años, cambió la bicicleta de carrera por una de mountain bike ya que, si bien decidió bajar un cambio, necesitaba seguir en actividad. ‘Los senderos y las montañas tienen sus exigencias y eso es lo que me apasiona. Por eso, voy con amigos hacia Zonda y dos veces por semana me entreno y me desenchufo de las actividades diarias. Es una manera de estar bien y sentirse sano‘, comentó.
Tal como lo reconocieron Horacio y Alfredo, el mountain bike puede practicarse si las personas están físicamente preparadas. ‘Es necesario que se hagan un chequeo médico que confirme que sus valores son normales. Es decir, si su presión arterial está estable, si sus análisis clínicos están dentro de lo normal y, en caso de padecer una enfermedad crónica, si están controlados‘, expresó Romina Laspiur, nutricionista del Programa HADOB de PAMI.
Hacer deportes es parte de la terapia no medicamentosa que los médicos están poniendo en práctica con buenos resultados en los adultos mayores. ‘Más zapatillas, menos pastillas es nuestro lema y con esto, se persigue que se tome conciencia de lo importante que es tener una buena calidad de vida‘, concluyó la nutricionista.
