"Cómo no iba a decidirme a jugar al vóleibol si toda mi familia ama este deporte". El textual y la sonrisa tras esta frase pertenece a Bruno Mossa de Rezende (24 años), el amador multicampeón con la Selección de Brasil que hace menos de un mes se coronó por tercera vez seguida en un Mundial, en este caso el disputado en Italia. Es un crack que por estos días está en San Juan y disputará hasta mañana la primera fase del Sudamericano para el club de su país, Cimed, actual monarca del torneo. Bruno tiene en su padre, el reconocido Bernardinho (su nombre es Bernardo Rezende), al actual DT de la verdeamerela y su madre, Vera Mossa, una ex jugadora del combinado brasileño. Incluso su padre, tras la separación con su progenitora cuando Bruno era un niño, se volvió a casar con otra ex jugadora, Fernanda Venturini. Se trata del mejor en su puesto del planeta y en un mano a mano breve con DIARIO DE CUYO post entrenamiento de ayer en el Cantoni habló de todo. De su Selección, de la Argentina y su capitán Rodrigo Quiroga, del Sudamericano, de su familia y hasta de la polémica caída en el Mundial ante Bulgaria que según un compañero suyo, Mario Junior, fue a propósito para evitar rivales más duros en las rondas finales. Un astro sin filtro.
"Estamos bien. Hemos tenido algunos cambios en el plantel, aunque la base se mantiene y eso es lo importante. Todos nosotros sabemos que el objetivo es ser campeones para llegar a disputar el Mundial de Clubes. No será sencillo, pero cualquier otra cosa sería una gran desilusión", analizó Bruno sobre el objetivo de Cimed y agregó en relación a lo que considera el gran adversario en este fase inicial, UPCN: "Es un rival complicado y muy fuerte. El apoyo de la gente será otro factor a favor de ellos. Conozco a Junior de cuando jugaba en la liga de nuestro país y es muy bueno. Sin dudas, ese es el partido clave para llegar bien a semifinales y evitar a Bolivar en esa instancia, que también es otro duro equipo", aseveró.
-En lo personal, ¿en qué nivel llega a este certamen?
-Bien. No entrené mucho tiempo con el equipo por estar con la Selección en el Mundial, pero ya me adapté de nuevo. No hay excusas.
Integra la selección brasileña mayor desde hace tres años (también jugó un par en la sub 19) y ya se trata de un referente indiscutido pese a su juventud. Aunque ese rol preponderante se lo ganó y no por ser padre del DT. Un dato, Bruno fue elegido tres campañas seguidas el mejor armador en la Superliga de su país y conformó el equipo ideal del reciente Mundial.
-¿Por qué Brasil siempre gana la mayoría de los títulos?
-Es un proceso largo y que viene desde abajo. Brasil no siempre gana, pero siempre está en las instancias decisivas. Hay veces que pasan cosas y no se puede ser campeón, pero la base queda y está firme. Pienso que el éxito de mi Selección tiene que ver con un tema de un plus mental sobre el resto. A nivel técnico en el primer nivel mundial casi todos somos parejos, pero el resto lo hace la fuerte mentalidad.
-¿Cómo observó a la Argentina?
-Bien. En un par de años se nos va a complicar bastante con ellos (sonríe). Tienen buenos jugadores y sobre todo jóvenes como el caso de su capitán Quiroga, que casualmente es de acá. También a Conte que jugará en Italia nuevamente. Además, Weber es un gran técnico y uno de mis armadores admirados de siempre.
-¿Qué opinión tiene de ese partido ante Bulgaria?
-(Se toma su tiempo para responder) Para ese encuentro no estábamos al cien por ciento físico. Por eso el equipo no tuvo su mejor versión y la gente manifestó su descontento silbando y hasta algunos poniéndose de espaldas a la cancha. Los entiendo, pero a veces a este nivel hay que guardar fuerzas para no dar ventajas más adelante. Igual demostramos que fuimos los mejores ganándoles a Alemania, Italia y Cuba.
-Hablando de sus inicios, ¿siempre se dedicó al vóleibol o realizó otros deportes?
-Hice fútbol, básquetbol, pero a los 14 años me tuve que decidir por uno y lógicamente elegí el vóleibol. Toda mi familia ama este deporte. Yo por suerte parece que no me equivoqué.
