Sudáfrica, 30 de junio.- "Sí, yo soy feliz acá… Estoy disfrutando a lo loco, como nunca antes quizás…"
La frase final de Bilardo en la despedida, es un resumen del clima que vive en este día en el que se cumplen 24 años de la epopeya máxima de la Selección Argentina: México ’86. El era el DT, Maradona la figura, Enrique uno de los asistentes en el campo del Diez…
-Uuuuhhh, mirá vos. Si no me lo decías, no me acordaba.
-¿En serio nadie le dijo nada? Ya son más de las seis de la tarde en Sudáfrica…
-En serio. Te lo juro…
-¿Y qué es lo primero que recuerda de aquel día en el Azteca? ¿Los dos goles que nos hicieron con pelota parada? ¿La bandera de "Perdón Bilardo"?, ¿La charla con el presidente Alfonsín?…
-Lo primero son los dos goles con pelota parada. Eso todavía no lo puedo creer. Me acuerdo que cuando terminó el partido, hice la nota con Alfonsín y después me metí en el vestuario. Solo, solo. Lloraba por los dos goles que nos habían hecho.
-Ya pasaron 24 años, ¿quién falló en la marca? ¿Ruggeri, Cucciufo, el Vasco Olarticoechea…?
-No, no, no… Ni loco lo digo…
-Pero ya está, Carlos. Hoy es una anécdota…
-No, no… Lo único que digo es que fue inconcebible…
-¿Los retó a los jugadores por eso?
-Sííí… Dos meses después, cuando nos juntamos para comenzar el trabajo para el ’90…
-¿El día del triunfo ante Alemania no se los dijo en ningún momento?
-No, no. ¿Sabés lo que me pasó? Que de repente, después de hacer la charla con Alfonsín, me quise volver a la concentración del América. Y me puse a caminar por el Azteca. Estaba solo. En una de esas, salgo a la calle y me quedo mirando para todos lados, porque no sabía cómo irme para la concentración. "¿Qué hago aquí, sólo, siendo campeón del mundo, sin nadie al lado?". La gente me miraba y entendía menos que yo. Hasta que paré un taxi y le dije si sabía cómo ir a la concentración del América. El tipo me llevó y no me cobró. Cuando llegué, todos festejaban. Todos menos yo, que aún seguía caliente por los goles que nos habían hecho desde los corners.
-¿Y el cartel de "Perdón Bilardo"? ¿No le viene a la cabeza?
-No, lo recuerdo pero no le doy bola. Ya pasó, ya pasó… Lo importante pasa por otra cosa, por lo que vivimos, por el esquema que insertamos en aquellas época….
La cita histórica no emociona a Bilardo. Parece un tipo curtido. Aunque ahora, con 24 años más, conserva la misma pasión pero le agregó algo fundamental: humor. Se ríe Bilardo. Las cosas le causan gracia, por más que hayan quedado allá lejos y hace tiempo. Y hasta cuenta que está lejos de la tecnología: "No sé usar el celular, no respondo mensajitos de texto, ltengo 50 llamadas sin responder. No uso computadora ¡¡¡¡Si recién acá en Sudáfrica mandé mi primer mail en la vida", dice con una sonrisa que precede la charla de fútbol..
-Mirá vos lo que son las cosas. Ahora otra vez nos cruzamos con Alemania…
-¿Y qué cree que va a pasar?
-¡¡¡Y qué sé yo!!! Mago no soy. Sí te puedo decir que veo bárbaro a Argentina.
-Carlos, la verdad: ¿A usted lo convence cómo juega Argentina?
-Sí, por supuesto. Ganó todo.
-Pero dejando dudas. Una cosa es el discurso de Diego, pero otra es la lectura interna que, seguro, la hacen todos ustedes.
-No, no. Sólo hubieron dudas en esos 20 minutos ante los mexicanos que perdimos la pelota. Eso sólo. Después pasamos por arriba a todos.
-¿Le gusta el equipo?
-Por supuesto. Argentina es sólida y del medio para arriba te pasa por encima. Para mí es el mejor equipo. Los demás nos temen. No hablemos de candidatos, pero si de respeto. Y nos respetan todos, sin excepción. Tenemos jugadores buenísimos. El que quiera espectáculo, ya lo dije, que vaya al cine. Acá jugamos al fútbol. En un Mundial hay que cerrar los partidos, y eso fue lo que hizo Diego contra México. Estábamos 3 a 0, bajamos la persiana y a otra cosa. Son instancias en las que no se puede regalar nada porque al menor error te acuestan y te dejan fuera de la Copa.
-¿Y nos alcanza para pasar a Alemania?
-Yo creo que sí. Aunque Alemania no es la del 2006: atrás te matan, en el medio tiene más juego y arriba mantienen a sus dos goleadores, Klose y Podolski.
-¿Y en dónde les podemos ganar?
-En que ellos tienen centrales muy grandotes y los nuestros son chiquitos y livianitos. Jugando por abajo les podemos sacar ventaja.
-¿O sea que se viene el gran partido de Messi para usted?
-Ojalá, ojalá… Yo creo que vamos a seguir adelante, por más que Alemania es un equipo durísimo.
-¿Este será el Mundial de Messi?
-No lo sé. Por lo que viene haciendo, me parece que sí. Vamos a ver. Hace tres años, cuando Ronaldo ganó el Balón de Oro, yo le dije: "Este trofeo lo vas a ganar en dos años. Pero si querés la corona vas a tener que ganar un Mundial". Ojalá sea este.
-¿Será este Mundial para él lo que México a Maradona?
-Dios quiera. A mí me encanta como jugador, es algo increíble, que no vi nuunca. Tiene un hueso más que es el que le permite hacer esa cosas con la pelota. Es un fenómeno, un jugador diferente a todos… ¿No viste cómo lleva la pelota? Cortita, cortita, pegada al pie. Parece que nunca se va a separar de ella. Lo que pasa es que le pegan mucho, la agarra y pum… lo bajan. Y así se hace complicado, como lo dijo Diego. Pero sin dudas, es el Maradona de este equipo.
