Esta semana, aniversario del primer gobierno bloquista mediante, la presidenta de ese partido, Graciela Caselles, salió a casi confirmar que irán a las elecciones de octubre pegados al justicialismo, como todo mundo sospechaba: "Estamos convencidos de que debemos participar" en el Frente, dijo, aunque advirtió que la decisión final la tomarán al término de este mes. En el peronismo no especulan con otra cosa, ya que todas las señales de los puntales "oficialistas" del bloquismo son a favor del acuerdo que ya lleva varias elecciones y que ha provocado lecturas y acciones de todo tipo dentro del partido de calle Mitre casi Alem. A pesar del acuerdo y la sintonía fina entre los líderes -Caselles y Gioja-, éste no es un buen momento para el partido de "Los machos", como les decían a los hermanos Cantoni, allá por la génesis del único sello provincial que alguna vez gobernó San Juan. A las ya históricas deserciones de referentes de peso, como Enrique Conti, Miguel Arancibia, la familia Bravo, y otros, hace poco se sumó la de Edgardo Sancassani, quien armó bloque aparte en la Cámara de Diputados sintiéndose traicionado no sólo por su partido sino por su excompañero de banca, Jorge Espejo. Hilando fino, son más los que cruzaron el charco que los que se quedan a defender la patriada de la diputada nacional. Si Gioja pensara en darles un lugar en las listas de candidatos de este año, ¿a quién pone? Si bien la decisión del nombre del postulante es de la línea que conduce Caselles, no hay que negar que quien aporta mayores votos a ese frente es el justicialismo, que seguramente terminará filtrando los nombres propios. Todo un dilema, no sólo interno en el bloquismo, sino en el peronismo. ¿Habrá lugar para el partido bloquista? Parece que Espejo quiere, aunque no se sabe si le dará la altura. Y lo otro: ¿jugada giojista? Sancassani piensa que sí.

Palos para el Norte

La semana pasada el ministro de Minería, Felipe Saavedra, fue vocero de lo que muchos en el mundillo político y empresario de San Juan dicen por lo bajo: ‘Me gustaría ver más obras de infraestructura en ese departamento ‘, hablando estrictamente del terruño de Marinero en una entrevista en Radio Sarmiento. ‘Me gustaría ver más obras en la provincia’, retrucó usando la misma fórmula el jefe comunal. Aunque, hay que admitir, a Marinero la dimensión le quedó chica. La gestión de Gioja puede reprobar algunas materias, pero no la de haber hecho obra pública. Es probable discrepar sobre si se eligieron en el momento oportuno o si se debió apostar a un área sobre la otra, pero muy pocos se animan a decir que no se han levantado obras de infraestructura. En Iglesia esa sensación no existe. ‘Nosotros hacemos las obras más pequeñas y la provincia, con los fideicomisos, las más grandes’. ‘Hemos hecho unas 600 obras chicas, con 150 millones de pesos’, agregó el Intendente tratando de defenderse. ¿Qué obras? La lista incluye un concejo deliberante del primer mundo, un polideportivo, refacciones en la Biblioteca Popular de Las Flores, banda ancha Wi-Fi -las últimas tres con ayudas de la empresa Barrick por fuera de las regalías o los fideicomisos-, baños domiciliarios, un obrador central, unidades móviles y talleres laborales. Y muchas, pero muchas veredas y cordón cuneta. Es, como dicen en la calle, tirar manteca al techo, esperando que caiga para ponerla en el pan. Habrá que ver qué entienden en el municipio por "Desarrollo Sustentable" que es, en definitiva, lo que esconde la crítica del ministro Saavedra y, casi sin dudar de la afirmación, la mayoría de los sanjuaninos. Claro, a Marinero sólo le importa lo que digan los iglesianos, que son los que lo votan, con o sin dependencia municipal.

¿A quién ponemos?

Edgardo Sancassani responsabiliza también a Gioja por haberse quedado sin la Vicepresidencia Alterna y la presidencia de su exbloque en la Legislatura. Dice que un par de opiniones en contra -voto a los 16 años, por ejemplo- lo marginaron del armado giojista. Es más, otras fuentes aseguran en los pasillos de la Cámara de Diputados que se enteró de boca de Espejo unas horas antes de la decisión de la presidencia del partido mientras ambos andaban en bicicleta. En ese relajado contexto, Sancassani se paró firme, según el mismo asegura, y exigió respeto para el acuerdo que los dos -Espejo y Sancassani- ya habían firmado y que incluso, habían hecho circular por algunas oficinas de la Cámara de Diputados. Como no tuvo esa respuesta decidió dividir un poco más, y lo logró. Salió del medio, se bancó la jugada, pero dejó solo a Espejo y, virtualmente, un poco más abandonada que antes a Caselles. ¿Qué ventajas tiene Gioja al sacar a Sancassani, siguiendo la teoría del "Changuito"? Casi ninguna, pero hay que admitir que hubiese sido difícil para el Gobernador, de obtener la tercera banca y llegar el zondino a ese lugar, explicar en Buenos Aires que alguien que votó en contra el proyecto del sufragio a los 16 años, emblema K si los hay, va a representar a San Juan en el Congreso. Abonando la teoría de Sancassani, Gioja pudo tener alguna razón para el movimiento, aunque no está probada la teoría.

¿Qué ventaja obtiene Gioja con Espejo? Un adalid más en un departamento que carece de referentes confiables. Es más, un encumbrado funcionario que prefirió reserva de fuente hasta sueña con una fórmula junto al peronista Guillermo Alonso, quien registra los últimos buenos antecedentes peronistas en ese departamento. Aunque claro, soñar no cuesta nada.

Así las cosas, hoy el bloquismo deberá preocuparse por terminar de armar un rompecabezas que parece no tener solución. No tiene candidatos que convenzan, al menos a juicio de este periodista, y la elección legislativa lo encuentra en medio de necesidades más que urgentes a nivel nacional. Ésta no es una elección cualquiera: las legislativas de octubre pueden marcar el principio del fin de la era K y el inicio de "otro país", o la continuidad histórica de un modelo que empezó en 2003 con Néstor Kirchner. En Buenos Aires, según referentes que militan en los pasillos del Congreso, lo entienden así y lo exigirán de la misma forma a los armadores de listas en las provincias. Hace rato que el partido de la estrella no tiene excelentes referentes, pero este momento es peor que cualquier otro, y en el justicialismo también lo analizan así.