Boca Juniors se deshizo con relativa facilidad de un muy débil Huracán, al que superó como local por 2 a 0. Además del valor de los tres puntos, para el equipo de Borghi lo bueno es que Cristian Chávez y el chileno Gary Medel, mostraron un buen nivel de juego. Y, en el lado polémico, se dio el gol del Loco Palermo
Boca mantuvo en el primer tiempo amplia diferencia en cuanto a posesión de la pelota y jugó por mucho tiempo en campo rival, pero sin que esto signifique que haya tenido el control del partido. Huracán esperó con dos líneas de cuatro, trabajó bien el achique hacia adelante y contó con algunas posibilidades por derecha, a espaldas de Giménez, en un amplio espacio que no cubría debidamente Insaurralde.
Lo mejor de Boca fueron los primeros 10 minutos, lapso en el cual a los 4, tuvo una buena oportunidad a través de Escudero, que remató desde muy buena posición, pero el zurdazo le salió recto hacia Monzón.
Las dos siguientes llegadas le correspondieron a Huracán. A los 17, Zárate la cruzó de izquierda a derecha, para la llegada de Montiglio, quien remató alto; y a los 31, por el mismo camino, aunque esta vez el que apareció sin marcas fue Morales, pero el volante le pegó tan mal a la pelota, que salió por la línea lateral.
Boca recién volvió a inquietar a Monzón en el minuto 34, gracias a un imprevisto remate de Gary Medel, que obligó a un gran esfuerzo del arquero para enviar el balón al córner.
Cuando parecía que la primera mitad se iba sin goles, a los 43 Cristian Lucchetti hizo un saque de arco largo, Martín Palermo dominó de espaldas al área, luego de que la pelota le pegara casualmente en el brazo izquierdo, giró y sacó un perfecto zurdazo, alto, que superó a Monzón y puso a Boca en ventaja.
Huracán comenzó el segundo tiempo con dos cambios y además varió de esquema, ya que pasó a jugar con línea de tres en el fondo, con Luciano Nieto acompañando a Zárate en ataque, pero sin embargo la llegada le costó más aún que en la etapa inicial.
Muchos minutos transcurrieron sin que se registraran acciones de riesgo para los arcos, hasta que en el minuto 20 Boca literalmente se encontró con el segundo gol. Chávez avanzó por izquierda, perdió ante los defensores. Filippetto y Quiroga se molestaron, este último realizó un rechazo defectuoso que se desvió en Chávez, y la pelota le quedó servida a Viatri, que remató para vencer a Monzón por segunda ocasión.
El partido quedó virtualmente definido porque estaba muy claro que el equipo de Brindisi no tenía argumentos para inquietar a Lucchetti y la diferencia pudo ser más amplia, y el tercer gol estuvo a punto de caer en el minuto 36, pero Monzón logró controlar el remate de Chávez, después de la mejor maniobra asociada del Xeneize en ofensiva.
Boca volvió a ganar, su gente festejó, y Borghi y los jugadores tendrán, nuevamente, una semana sin turbulencias, ideal para trabajar tranquilos en la búsqueda de un mejor rendimiento.
