Mauro Bogado y Andrés Alderete habían estado ausentes en el partido que San Martín perdió ante Lanús. Y Aquella vez, la ausencia de ambos se notó, en caso especial la del volante que se desempeña por la derecha: Bogado. Ayer, en sus regresos a la titularidad, los dos tuvieron una buena actuación, pero fue Alderete el que completó un mejor partido. Porque su trabajo fue equilibrado durante los 90 minutos, mientras que lo mejor de Bogado se dio al principio y, aunque haya voces que dicen que el equipo está mal físicamente, también en la recta final del extenuante choque.

Precisamente Bogado, tras el final del choque en Concepción, dijo en forma tajante: “No es que estemos mal físicamente. Simplemente se trata de que nosotros hicimos todo el desgaste en el primer tiempo y por eso sentimos el esfuerzo cuando se jugaba el segundo. Igual, creo que si hubiésemos sido inteligentes y hubiéramos cerrado el partido cuando estábamos en ventaja por dos goles, no nos empataban. Fue increíble porque no lo perdimos de casualidad. Es que Tigre, con nosotros ya jugados, nos podría haber ganado de contragolpe”.

El volante, que apenas arrancó el partido, se mandó una escalada por derecha que casi termina en gol, siguió y aclaró que “cuando no tenés la pelota y encima no la sabés manejar, te terminan pasando éstas cosas. Cuando hicimos el esfuerzo en el primer tiempo metimos a Tigre en su arco y logramos una diferencia merecida. Lástima lo que nos pasó en el segundo tiempo. Habrá que seguir trabajando para conseguir la mayor cantidad de puntos en lo que nos queda”.

Andrés Alderete, por su parte, coincidió con su compañero. El volante central cerró un buen partido, tanto que fue una de las figuras del Verdinegro. El ex Central señaló que “en la mitad del segundo tiempo nos sentimos cansados y Tigre lo supo aprovechar. Este empate te da bronca porque habíamos sacado una buena diferencia como para quedarnos con los tres puntos”.

Más adelante aclaró que “creo que nuestro defecto estuvo dado en que tendríamos que haber controlado más la pelota. Perdimos el orden y eso es fundamental en un fútbol tan parejo y veloz como el de Primera”.