* Con la boleta única que recientemente se utilizó con mucho éxito en Santa Fe, el Estado asume la responsabilidad de diseñar, imprimir y distribuir una boleta oficial en la que se presentan al electorado todas las candidaturas oficializadas para cada cargo a elegir.

* La boleta única arrojó resultados que pusieron fin al efecto ‘arrastre‘ en las listas y aumentaron la dispersión del voto entre las categorías de una misma fuerza. En otras palabras, se verificó un alto porcentaje de ‘corte de boleta‘ sin tijeras.

* El nuevo sistema, donde los electores santafecinos votaron cada una de las cinco categorías (gobernador, senadores, diputados, intendentes y concejales) en forma independiente, permitió, por ejemplo, que un candidato a diputado consiguiera 12 puntos más que el postulante a gobernador, o que un intendente obtuviera el 72% en las mismas mesas donde el gobernador electo apenas alcanzó el 15%.

* El ejemplo más comentado de la dispersión de votos fue el de la candidata a diputada provincial, María Eugenia Bielsa, que se impuso como candidata a diputada provincial por el Frente Santa Fe para Todos con casi 580.000 votos, el 34,7%. La hermana del ex canciller consiguió cerca de 200 mil cruces más con el marcador que Agustín Rossi, el candidato a gobernador, que logró el 22,2%, con 387.000 sufragios.

* La flamante boleta única ya había cambiado la forma de planificar las campañas y de hacer política en la provincia, con estrategias segmentadas y afiches personales de los candidatos. Y volvió a dejar una marca en los comicios del último domingo.

* El efecto en la Legislatura. Las boletas separadas por categoría también tuvieron rebote en las dos cámaras: con la victoria conseguida, la lista de diputados de Bielsa obtuvo 28 de las 50 bancas, según estipula la Constitución provincial. El Frente Progresista, entonces, gobernará con minoría tanto en Diputados (15 bancas) como en Senadores (ocho sobre 19 escaños).