Oficiales de Justicia allanaron ayer oficinas de las petroleras estatales YPF y Enarsa y del Ministerio de Planificación que conduce Julio De Vido, en busca de información en el marco de una causa por posibles irregularidades en la importación de gas licuado, un negocio que sólo el año pasado, superó los U$S 4.000 millones.

La denuncia sobre sospechas de corrupción en estas compras la hicieron tres legisladores del macrismo.

La medida fue dispuesta por el juez federal Claudio Bonadio, el magistrado que lleva adelante varias causas contra miembros del Gobierno y que el jueves fue desplazado de una investigación sobre las finanzas del hotel Hotesur que pertenece a la familia de la presidenta Cristina Fernández. Lo acusan de no ser imparcial.

La decisión fue tomada por la Cámara Federal porteña tres días después de que Bonadio hizo 35 procedimientos en el Sur del país, entre ellos en la inmobiliaria de Máximo Kirchner y en la empresa ‘Austral Construcciones‘, de Lázaro Báez.

Ahora esta causa quedó en manos del juez Daniel Refecas, el mismo que cerró, sin siquiera leer las escuchas, la causa promovida por el fallecido fiscal, Alberto Nisman, contra la Presidenta por la firma del Memorandum de entendimiento con Irán por la causa AMIA.

Bonadio redobló la presión y ordenó una serie de procedimientos para buscar evidencia sobre posibles irregularidades en millonarias importaciones de gas natural licuado (GNL) en los últimos siete años en buques a través de la empresa estatal Enarsa, con participación directa de YPF.

‘YPF, como ocurre con todos los requerimientos judiciales, pondrá a disposición del juzgado la documentación requerida que obra en su poder‘, dijo la empresa en un comunicado. Una fuente del Ministerio de Planificación dijo que un oficial de Justicia estaba realizando un allanamiento en esa cartera, acompañado por agentes de la Policía Metropolitana, y que procedimientos similares se llevaban adelante en YPF y Enarsa.

Para YPF las operaciones de compra de GNL que realiza por cuenta y orden de Enarsa permitieron abastecer al país a precios competitivos de un insumo fundamental para su matriz energética’.

Mientras se realizaban los allanamientos, Bonadio cuestionó su desplazamiento de la causa Hotesur, y aunque primero sugirió que si aparecía ‘suicidado, busquen al asesino‘, luego se mostró arrepentido de haber pronunciado esa frase.

‘Si aparezco suicidado, busquen al asesino porque no es mi estilo‘, alertó por radio Mitre, en referencia a la ofensiva en su contra en torno de esta causa, aunque luego, por otras emisoras, manifestó que fue una ‘ironía‘, un comentario ‘mordaz‘, que no abrigaba ningún ‘temor‘ por su vida y que se ‘arrepentía‘ de esa expresión. ‘Uno tenía claro que si yo no dormía las actuaciones, esto de alguna manera iba a pasar‘, remató.