En estos días de cosecha aparece siempre la misma pregunta de parte de los productores: ¿Por qué hoy los expertos me dicen que tengo Greco Nero y no Bonarda si la tengo desde que mi abuelo la plantó hacen 60 años? Para mí siempre fue Bonarda. La incertidumbre del viñatero radica en la gran confusión que ha habido con las uvas durante mucho tiempo en nuestro país. En un principio se hablaba de uvas criollas y uvas "francesas" nombre con las que se designaban a las cepas traídas de Europa entre ellas las tintas Cabernet Sauvignon, Merlot, Barbera, Malbec y Syrah entre otras. Posteriormente cuando el mercado de vinos busco varietales saber el nombre exacto de las uvas tomó importancia a la hora de hacer varietales. En el Censo Vitícola de 1990 muchas cepas declaradas como Barbera d Asti se descubrió que en parte eran Bonarda y Greco Nero. Pese a que muchos se dieron cuenta de las diferencias de hojas y racimos, hoy todavía las confunden.
La Bonarda llegó a Cuyo desde el Piamonte italiano precisamente de las regiones de Friuli y Toscana, junto con otras como Barbera, Dolcetto, Nebbiolo, Grignolino, Sangiovese, Buonamico, Raboso Veronés, Tocai Friulano, Trebbiano, Moscato Bianco y Prosecco.
Esta mezcla de cepajes hizo que en los cuarteles se plantaran con más de una variedad para que de esa "mezcla" se obtengan vinos con estilo europeo.
Así es que hoy hay cuarteles mezclados al azar con cepas de Bonarda, Greco Nero y en algunos casos además con Grignolino. Incluso hasta en los parrales de Bonarda prácticamente puros es raro que no se encuentren algunas plantas de Greco Nero. Y viceversa.
Enológicamente en San Juan se tiene una muy buena experiencia con Bonarda y también ha habido bodegas que han elaborado varietales puros de Greco Nero con muy buena aceptación. Por lo mencionado no veo la razón que en algunas bodegas se considere a la Greco Nero de inferior calidad, si no distinta como vino varietal pero un muy buen socio en vinos de cortes o genéricos.
Las diferencias
La Bonarda se caracteriza por tener hojas chicas extendidas como planchadas, muchas de ellas enteras, es decir sin lóbulos. En su faz inferior hay algunos pelos en forma de telaraña y vellones. Greco Nero en cambio tiene una hoja grande (parecida a la de una morera) , muy ampollada, pentagonal, trilobada con el lóbulo principal saliente tipo "lengua". Y en su faz inferior presenta una intensa lanosidad blanquecina.
Los racimos de Bonarda son medianos tendencia a cilíndricos, bien llenos a compactos. Muchos con forma de "S" o torcido. Sus sarmientos tienen coloración rojo violácea hacia los nudos muy particular. Greco Nero es un racimo más chico y tipo cónico y no tiene racimos en "SA. La coloración de su sarmiento es pardo.
