Boca, con el debut de Claudio Borghi como entrenador, sin Martín Palermo ni Juan Román Riquelme, le ganó ayer 2 a 0 al Palmeiras, en un partido amistoso realizado en el estadio Palestra Italia, escenario que luego de este cotejo será demolido porque se construirá en el mismo lugar otro de cara al Mundial del 2014.
En Boca jugaron tres de los cuatro refuerzos adquiridos para esta temporada: el arquero Cristian Lucchetti y los defensores Christian Cellay y Juan Insaurralde.
El Xeneize presentó una línea de tres defensores -Muñoz, Cellay e Insaurralde- y dejó como enganche al juvenil Marcelo Cañete- una de las promesas xeneizes- que realizó un gran partido. Con la pelota a ras del piso, el conjunto argentino hizo circular el balón por todo el ancho de la cancha, y así fue desequilibrando al equipo local. Así, a los 8 minutos, un tiro por elevación de Méndez inquietó a Bruno, y un minuto después fue Viatri, quién con un derechazo violento exigió al arquero. La respuesta llegó a través de Kleber que intentó algunos desbordes, pero fueron sólo tibias aproximaciones. Lentamente Boca fue quebrando a su rival con un juego agresivo y así logró abrir la cuenta a los 19 minutos cuando Lucas Viatri aprovechó un rebote de Bruno, luego de un tiro libre de Cañete, y abrió el marcador. El equipo argentino controló el juego, pero en un ataque aislado de Palmeiras, fue Lincoln el que exigió a Lucchetti, en una de las pocas acciones de riesgo para la valla argentina. Boca fue más y estiró la ventaja a los 37 minutos. Un córner lanzado por Cañete fue bajado por Viatri en el área para Ezequiel Muñoz quien con un tiro violento derrotó a Bruno.
En el segundo tiempo, el conjunto local salió decidido a descontar la ventaja, ante el aliento de los 25.000 espectadores que colmaron el Palestra Italia, pero chocó con la férrea defensa xeneize. A los 8 minutos, fue Marcos Assuncao el que con un remate violento exigió a García (ingresó en el complemento por Lucchetti) con un remate desde fuera del área, y a partir de esa acción Palmeiras adelantó sus líneas y comenzó a dominar a Boca, por primera vez en el partido. Un tiro libre de Assuncao volvió a crear zozobra. Méndez amonestado, comenzó a sufrir los embates de los mediocampistas del Palmeiras y como Cañete estaba cansado y empezó a perder pelotas, Borghi decidió el ingreso del juvenil Nicolás Colazo.
Sobre los 30 minutos, Boca logró salir del asedio del equipo paulista, volvió a controlar el juego, y así pudo crear algunas posibilidades para convertir.
