Queda mucho y poco a la vez en el camino a Rusia 2018 pero este Brasil de Dunga sigue sin encontrar la senda para encarrilar su campaña. Esta vez, cuando parecía que se le venía la noche y Paraguay le ganaba en Asunción, en los últimos 10 minutos de partido remontó un 0-2 que lo tenía muerto y terminó festejando un milagroso 2-2 que en las estadísticas sirvió para potenciar el triunfo de Argentina.
En el primer tiempo, la iniciativa fue paraguaya y aunque no le sobraron ideas, consiguió complicar a Brasil. Hasta que a los 39’ Lescano terminó definiendo una gran jugada colectiva que nació en Ortigoza y siguió por la izquierda. Ese 1-0 abrió el partido que Paraguay lo jugara de contragolpe y apenas nació el complemento pareció dar el golpe de gracia con el gol de Benítez que ponía las cosas 2-0. Parecía sentenciado todo pero faltando 10’ Oliveira descontó tras un rebote de Justo Villar por un potente remate de Hulk y dejó con suspenso el final del partido en Asunción.
Entonces Brasil se acordó que es Brasil y con su historia como chapa se llevó por delante a un Paraguay que resignó demasiadas cosas como para sostener una victoria que parecía resuelta. Llegó el momento del descuento en el tiempo y Dani Alves se iluminó para empatar 2-2 y ahogar una noche de festejos en Asunción. Brasil parecía muerto, le dieron vida y festejó.
