El Mundial empezó bien para Brasil, porque ganó. Claro que la victoria por 2 a 1 ante Corea del Norte, que los ubica en la cima del Grupo G, no conformó a nadie.
Le costó a los brasileños entrar en calor, como si se les hubiesen congelado las ideas. Tiritaba Julio César, solo bajo su arco, y se dibujaba en el aire el aliento de los jugadores. El frío polar que azotó ayer a Johannesburgo motivó que todos los integrantes del Scratch utilizaran la camiseta térmica y cinco de ellos cubrieran sus manos con guantes.
Brasil desperdició los primeros 15 minutos del partido, cuando Robinho complicó con su movilidad a un rival que respetuosamente se metió muy atrás y trató de no cometer errores. Después, los asiáticos se animaron a cruzar la mitad de la cancha y aunque los sudamericanos continuaran controlando la pelota, se repetían en acciones sin riesgo a punto tal que Myong Guk, al igual que su colega Julio César en el otro arco tuvo poco trabajo.
El ocaso del período inicial lo encontró a Brasil intentando si demasiadas ideas y a Corea del Norte defendiéndose y apostando a algún contragolpe exitoso.
El comienzo del complemento mostró las mismas características, tal vez con Brasil un poco más decidido, pero con los coreanos parados firmes en el fondo y soportando el asedio.
La resistencia duró sin embargo hasta los 55 minutos, cuando Maicon recibió por la derecha, desbordó y cuando todos esperaban el centro, incluido el arquero Myong Guk, sacó un derechazo que se coló por el palo del guardameta.
A partir de allí fue todo de Brasil, que tocó y tocó, con paciencia, buscando el hueco que le permitiese aumentar la ventaja.
Y eso ocurrió a los 72 cuando Elano recibió una asistencia perfecta de Robinho y de primera puso el balón lejos de la estirada del arquero coreano.
Todo continuó igual durante los 17 minutos siguientes, pero una corrida de Yun Nam, ganándole por primera vez a Maicon, lo deja solo al coreano frente a Julio César y define con categoría poniendo el uno-dos.
Los brasileños sufrieron el final, porque Corea se jugó a la heroica y estuvo cerca de alcanzar la gloria, cuando Tae Se desperdició una chance inmejorable para convertir.
Brasil ganó pero desnudó sus falencias defensivas y mostró además que aún no está del todo fino a la hora de definir.
Fuentes: TELAM y REUTERS.
