Buenos Aires, 20 de julio.- Su paso por Rusia ya quedó marcado a fuego en Britney Spears. En el medio de la gira que comprende San Petersburgo y Moscú, la Princesa del Pop fue amenazada de muerte y evitó pisar suelo ruso más allá del escenario.

La cantante estadounidense teme por su seguridad y la de sus hijos -Sean Preston, de 3 años, y Jayden James, de 2-, por lo que decidió tomar todas las precauciones del caso.

Según informaron los organizadores de la gira Circus, se alojará en la capital de la vecina Finlandia, Helsinki, mientras que sus criaturas permanecerán en Londres.

De pasear por los palacios y museos de San Petersburgo y Moscú, ni hablar. Lo suyo será ir del escenario al avión, sin escalas.