El primer ministro británico, Gordon Brown, desnudó su alma ante sus conciudadanos en una entrevista televisiva en la que habla de la muerte de su hija y de las esperanzas que tiene puestas en su hijo, que sufre fibrosis quística.
Analistas políticos dijeron que la entrevista supuso un cambio de tono significativo en el político de 58 años, retratado a menudo como retraído y más cómodo refiriéndose a estadísticas económicas que hablando de sus sentimientos.
Brown afrontó también acusaciones de que tiende a violentas pataletas, afirmaciones que resurgieron esta semana en un libro de un ex colaborador del Partido Laborista.
"Creo que es una forma necesaria y potencialmente exitosa de remediar una de las deficiencias históricas de Gordon Brown. Ha sido demasiado unidimensional", dijo Andrew Hawkins, presidente de la compañía de encuestas ComRes.
Brown debe convocar elecciones generales para junio. El Partido Laborista, en el poder desde 1997, va por detrás de los conservadores en los sondeos, pero la brecha se está estrechando.
En la entrevista pregrabada, que se difundirá mañana por la noche en el programa "Piers Morgan’s Life Stories" de ITV, un sensible Brown habla de su dolor por la muerte de su hija Jennifer Jane, que murió en enero del 2002.
"Hubiera cumplido nueve años y, sabe, piensas todo el tiempo en los primeros pasos, en las primeras palabras y en la primera vez que vas a la escuela, y es algo que no existe", dijo Brown.
Brown, hijo de un sacerdote escocés, tiene dos hijos. El más pequeño, Fraser, de tres años, padece fibrosis quística, una dolencia que puede reducir la esperanza de vida a aproximadamente 40 años. En la entrevista, Brown dijo que confiaba en que los avances médicos pudieran ayudarlo.
Brown, que fue ministro de Finanzas durante 10 años, nunca ha sido candidato de los laboristas en unas elecciones, y sustituyó a Tony Blair a medio mandato en el 2007 tras la tercera victoria electoral consecutiva del partido. En la entrevista, cuenta que se peleó con Blair cuando trabajaron juntos, confirmando así las informaciones de que no tenían una buena relación. Durante la campaña electoral venidera, los líderes del partido participarán en debates televisados, algo nuevo en Gran Bretaña.
