La Policía busca dar con un obrero minero que está acusado de violar reiteradas veces a su hijastra de 12 años y que se dio a la fuga al enterarse de la denuncia. Los abusos supuestamente se producían cuando el hombre, que ya estaba separado de la mamá de la nena, llevaba a la menor y a la hermana a su casa en 25 de Mayo para seguir estrechando vínculos.

La denuncia fue hecha 19 de agosto pasado en la Seccional 32da del departamento 25 de Mayo y días después, tras confirmar que la niña presentaba lesiones producto de los abusos sexuales, el juez de instrucción Guillermo Adárvez ordenó la captura de este sujeto de 34 años, señalaron fuentes judiciales. Para cuando fueron a buscarlo, el sospechoso se encontraba en un emprendimiento minero del Norte provincial.

En esos días que los policías de la Seccional 32da ya planeaban subir a la mina, alguien aparentemente alertó al presunto violador que lo andaban buscando. Fue así que se las arregló para abandonar su trabajo antes de lo previsto y, una vez que llegó a la ciudad, desapareció de los lugares que frecuentaba, según allegados al caso. Hoy está prófugo y no sabe si abandonó la provincia.

Como pasa muchas veces, el drama de esa chica salió a la luz casi por casualidad. Fuentes del caso señalaron que un día la niña sufrió una crisis de nervios a raíz de una fuerte discusión con su madre y fue ahí que contó que su padrastro abusaba de ella. El hombre no hace mucho que se separó de la madre y solía verla cada vez que visitaba a su hermana menor (que si es hija de él). En ocasiones, el sujeto llevaba a las dos niñas a su casa para que compartieran más tiempo juntos y hubo veces que ellas se quedaban a dormir, explicaron. Se supone que el obrero minero aprovechaba esos encuentros para quedarse a solas con la mayor de la nenas y la sometía. En principio, se creyó que sólo eran manoseos, pero cuando revisaron a la chica descubrieron que la violaba.