La ley de Educación Sexual Integral fue aprobada casi por unanimidad de las dos cámaras nacionales en 2006, pero aún no logra bajarse a las provincias como San Juan. La ministra de Educación, Cristina Díaz, dijo que no tiene fechas, pero que "si Dios quiere" empezarían el año próximo, quizá por etapas. Y que para eso, ya está conformada una comisión especial de profesionales que definirá qué contenidos impartir en las escuelas y que estarán abiertos a aportes de afuera e inclusive no se descarta citar a los padres. "En el momento adecuado y con los interlocutores adecuados, hablaremos. La sociedad tiene que hablar, la gente debe tener una libre opinión de acuerdo a su condición ética", aseguró la funcionaria.
Pero el tema es espinoso, porque hay poco margen de maniobra, ya que la ley nacional 26.150 fija un "piso común obligatorio en todas las escuelas del país" desde nivel inicial. Este piso son los lineamientos que figuran en un documento que formuló tras dictarse la ley, el Consejo Federal de Educación -ámbito que reúne a todos los ministros provinciales y al nacional-, redactado por un equipo de representantes de varios sectores de la sociedad, incluida la Iglesia (que se quejó luego de que se había tomado muy poco de lo sugerido).
"Se trata de una propuesta común para todo el país y se trata del piso curricular común para escuelas públicas y privadas de todos los niveles. Y a partir de ahí cada jurisdicción podrá decidir cosas más específicas", dijo el ex ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco, oportunamente a DIARIO DE CUYO. Y eso se hará en San Juan, según Díaz: "Nosotros hemos conformado una comisión con una coordinadora que tiene una vasta experiencia, la profesora Graciela Martínez de Arica. Ella, con el equipo de la Escuela de la Familia y un equipo especializado con profesionales van a mirar estos lineamientos curriculares en cada una de las disciplinas previstas de la educación sexual, como un contenido transversal".
Díaz dijo que educación sexual "no va a ser una materia diferenciada, sino que paulatinamente, atendiendo al estadio evolutivo del chico y al espacio curricular, se van a incorporar los contenidos que permitan representar las dudas reales del alumno, a medida que se vayan presentando".
Los lineamientos curriculares fueron luego "enriquecidos" por el "Material de formación de Formadores en educación sexual y prevención del VIH/sida", una compilación de una docena textos de profesionales del país que emitió el Ministerio de Educación nacional y que generó más polémica aún. El mes pasado, el titular de la Comisión Episcopal de Educación Católica, Héctor Aguer, consideró que en el "manual para formadores" subyace una "imposición totalitaria" de dogmas ateos que no tiene en cuenta la libertad de conciencia y advirtió sobre una "deconstrucción" de la sexualidad.
Ese manual no se bajó en San Juan, aseguró la sanjuanina y decana de Derecho de la Universidad Católica, Miryam Andújar, quien fue -en representación de la Iglesia Argentina- una de las 13 integrantes de la comisión que elaboró los lineamientos curriculares generales.
Según Andújar, a la Iglesia le parece bien que haya educación sexual y de hecho imparten en los colegios hace 10 años nociones de su propio manual. Aseguró que casi no tuvieron en cuenta la visión de la Iglesia en aquella comisión. Según dijo, más allá de la fe, se planteó una dicotomía entre concebir la sexualidad con preeminencia sociocultural versus el pensamiento de los enviados eclesiásticos de que lo determinante no es lo cultural sino lo biológico (ver Frente a frente).
