San Juan 13 de mayo.- Que el departamento Zonda viene siendo elegido para la construcción de casas o quintas de fin de semana, no es una novedad, como el ingenio de algunos de encontrar la forma de gastar lo menos posible. La aparición de los denominados “consorcios”, construcción de viviendas en un terreno habilitado para una sola, despertó la preocupación de las autoridades.

“Hoy nos hemos encontrado con muchos vecinos que han salido rápidamente a constituir consorcios, lo cual no está permitido en la legislación municipal. Debemos salir a frenar de manera urgente esta situación, porque no podemos permitir que se generalice”, aclaró Cesar Monla en el programa “Es lo que hay”.
Los terrenos destinados a la construcción de casas o quintas de fin de semana, tienen una extensión máxima de una hectárea y media, según lo detalla la ordenanza municipal vigente. Lo que está ocurriendo es que, un privado compra el terreno y se junta con tres o cuatro amigos mas, dividen el terreno y construyen cada uno su vivienda, dejando espacios comunes, como por ejemplo una pileta, quincho, parrillero, etc. De esta manera una sola persona es la que debe cumplir con las obligaciones tributarias, ya sean municipales o provinciales, ahorrándose sumas importantes de dinero.
“Estamos trabajando, desde nuestra área legal, para ver de qué manera sacamos una herramienta que nos permita ordenar este tema. Nuestro asesor letrado, Miguel Gómez, está estudiando la legislación para implementar alguna medida y ver si se puede regularizar el tema de los consorcios actuales”, aclaró el funcionario.

El departamento tiene regulado el crecimiento habitacional, aunque todavía no finalizan el plan de desarrollo territorial que comenzará Edgardo Sancassani, en su última gestión como intendente.
Por último, el jefe comunal dijo que “no estamos en contra de que se construya en el departamento, sino todo lo contrario. Lo que buscamos es avanzar hacia un Zonda distinto. Por ejemplo dentro de 10 hectáreas, se puedan delimitar 20 lotes y no 200 como esta ocurriendo. Hay que frenar esto porque caeríamos en una saturación poblacional donde el municipio no estaría en condiciones de brindar los servicios obligatorios que debe dar. La Unión Vecinal no estaría en condiciones de darle agua potable a 200 familias, pero si a 20, por ejemplo.