La Policía allanó ayer en Jáchal los domicilios de cuatro empleados de Energía San Juan por el robo de los 124.000 pesos de la oficina de la empresa en esa ciudad, pero no encontró ninguna pista concreta. Los días transcurridos desde que se produjo el robo hasta que hicieron la denuncia, ahora confabulan contra la investigación dado que el autor de la maniobra tuvo tiempo suficiente para borrar posibles huellas y ocultar el dinero, explicaron fuentes policiales. Aún así la principal sospecha por la desaparición de ese dinero sigue recayendo sobre el personal de esa delegación y no descartan nuevos allanamientos.
Uno de los procedimientos realizados ayer por los efectivos de la Seccional 21ra y la Regional Oeste fue en la casa de Gabriel Alcaraz, el cajero de la sucursal de la distribuidora de energía en esa ciudad y quien estuvo demorado por el hecho, revelaron fuentes del caso. En la Policía confirmaron que el robo ocurrió entre las 17 del 20 de este mes y las 8 del día siguiente. Alguien que tenía las llaves de acceso y sabía la clave de la alarma, ingresó al edificio de Energía San Juan de la esquina de Sarmiento y Rivadavia, Jáchal, donde con una llave abrió la caja fuerte para robar los 124.000 pesos y un cheque.
José Bellini, el encargado, declaró en la comisaría que la llave de la caja fuerte que él tenía se la llevó a su casa, pero había otra que la manejaba Alcaraz. Este empleado habría dicho que, a diferencia de Bellini, él dejaba esa copia oculta en una oficina del mismo edificio, según la Policía. Esto lleva a suponer que fue con esa llave que abrieron la caja fuerte. Esa bóveda tiene un sistema con combinación, pero los encargados nunca la ocupaban (estaba fija) y sólo utilizaban la llave, explicaron. El ladrón aprovechó esto: después que sacó la plata, movió el marcador de las combinaciones y trabó la puerta al cerrarla. Recién lograron abrirla este martes y ahí descubrieron el robo. Para la Policía, la negligencia con que se manejaban y la demora en hacer la denuncia, dio muchas ventajas al ladrón.