San Juan, 28 de octubre.- El olor nauseabundo puede percibirse desde lejos. De forma muy precaria, inicialmente fue tapado por ramas y cercado con sogas, aunque después desde el municipio se encargaron de cercarlo. Pero el peligro continúa. No sólo puede resultar una trampa mortal para algún niño que escape a la vigilancia de sus padres, sino que además es un foco infeccioso importante.
Hace tres meses colapsó el pozo negro que utilizaban ocho familias del Monoblock 1, del Barrio Mercedario, en Chimbas. Y desde ese momento todo fue incógnita, porque pese a que se les ofrecieron diferentes opciones, aún no hay acuerdo entre los vecinos.
En diálogo con DIARIO DE CUYO ONLINE, el intendente Mario Tello aseguró que por tratarse de una propiedad privada, sus empleados no pueden hacerse cargo de la reparación. ‘El pozo no está dentro de un espacio público. Si yo mando un obrero, se cae, se parte la cabeza y se muere, ¿quién se hace cargo?‘, sostuvo. ‘En el Barrio Mercedario existe lo que se denomina la propiedad horizontal, donde rige la ley de consorcios. El pozo abastece a ocho departamentos y pertenece a ellos. Ellos son los propietarios, no el ente público. Ellos deben hacerse cargo de los arreglos‘, agregó. Igualmente, ante la urgencia del tema, el funcionario se reunió con los vecinos y les ofreció una solución provisoria, hasta que les llegue el turno de la colocación de cloacas.
La idea es que las ocho familias damnificadas puedan unirse y utilizar el pozo que ahora usan los vecinos de los sectores 2 y 11, quienes no ven con buenos ojos la propuesta ya que sostienen que de aceptar, ellos estarían viviendo una situación similar en poco tiempo. Sin embargo, para que eso no suceda, el intendente les prometió la realización de la limpieza cada 15 días por parte del camión atmosférico, de manera totalmente gratuita. ‘Usar la colaboración de otro pozo es una solución lógica y racional, a la espera de la cloaca. Es un gesto de solidaridad‘, afirmó Tello quien aseguró que el Mercedario tiene prioridad con respecto colocación de la red cloacal, que estará concluida a finales de 2013.
Por otra parte, desde el IPV se les ofreció una solución diferente, aunque algo más costosa. Construir un nuevo pozo negro, y sumarle el precio a las cuotas mensuales que pagan actualmente, de acuerdo a la cantidad de años que les quede por abonar. El valor de esta obra rondaría los 40 mil pesos.
Lo cierto es que aún no hay acuerdo entre los vecinos. Por lo pronto, durante la mañana del sábado, el sitio fue vallado por un escuadrón municipal, para evitar accidentes.
