Mauricio Muñoz tendrá su físico notablemente más trabajado que hace un par de años, pero su esencia es idéntica al pibe que se abrió paso en la vida a pura trompada. Desde comienzo de este año decidió buscar su sueño de campeón mundial a fondo. Se radicó en Mendoza y junto al equipo de trabajo de Juan Carlos Revecco, actual monarca mosca de la AMB, entrena hasta en triple turno pensando en la pelea del 27 de julio en Macao, China, donde se medirá contra el ruso Evgeny Gradovich por el cetro mundial pluma de la FIB . En un mano a mano con DIARIO DE CUYO vía celular habló de todo lo que se le viene, sin dudas, el combate más importante de su vida. Un Negrito que que sueña con lo que ningún otro sanjuanino pudo en la historia del boxeo: ser campeón mundial.
-¿Cómo es un día tuyo en Mendoza?
-Me levanto a las 8. Tomamos unos mates con Segundo Senteno y Leandro Tasinazzo, que son con los que comparto el departamento donde vivo. A las 9 entrenamos en el gimnasio Polimeni y tipo 12 estamos almorzando. Duermo la siesta y arrancamos el doble turno a las 16.30. Luego, volvemos al departamento a cenar y a descansar.
-¿De qué manera se aclimató tu cuerpo a semejante preparación?
-Fue duro, sobre todo al principio. Cuando llegué en enero entrené un tiempo a esta intensidad, pero no pude aguantarlo y tuve que parar dos semanas. Ahora ya estoy diez puntos. Por ejemplo, hace una semana hice por la mañana 15 kilómetros de trote y en la tarde 13 rounds.
-¿En cuáles aspectos sentís el progreso?
-En lo técnico siento que soy otro. Apareció la zurda, que la tenía olvidada (sonrie). Desde lo físico, se trata de una exigencia a un nivel super profesional: puedo tirar piñas 12 rounds que no me canso.
-A dos meses exactos de la pelea en China, ¿qué rol juega la ansiedad?
-Me siento tranquilo. Estoy seguro de la preparación que vengo realizando y por eso la cabeza no me juega en contra. Obviamente que hay ganas que llegue la pelea, pero con calma.
-¿Pensaste alguna vez que ibas a preparate a este nivel?
-No. Sólo en el Cenard, cuando integraba la selección amateur de Argentina, tuve un entrenamiento similar. Pero después no lo repetí más. Tuve algunos altibajos después de ganarle a Franco, que incluso me llevaron a pensar en largar todo. Creí que era el tiempo de volver al trabajo y listo.
-¿Qué te hizo cambiar de opinión?
-Darme cuenta que en San Juan estaba estancado. Que para hacer algo grande, debía salir de ahí porque no tenía los recursos. Lo hablé con mi familia y decidí que tenía que jugarmela. No quedarme con la duda el día de mañana y decir ‘si hubiera hecho tal cosa, por ahí hubiera sido campeón’.
-¿Cuánto te costó la decisión de alejarte de Rubén Ojeda, tu anterior técnico?
-Muchísimo. Es alguien a quien aprecio mucho y que me dio mucho para hoy estar acá. Pero los recursos en San Juan no alcanzaban y tuve que decidir irme.
-¿Cómo analizás a tu rival?
-Es un boxeador duro. Sé que los dos vamos a terminar todo rotos porque vamos para adelante siempre. Pero cada día que pasa siento más que la pelea es mía.
-Ya con 27 años y viendo el esfuerzo que es para vos alejarte de tu familia, ¿sentís que es la última chance de ser campeón mundial?
-Siento que el tren está por pasar y me tengo que subir. Siempre se me cruza por la cabeza el tema de ser el primer sanjuanino campeón del mundo. Es algo que me motiva para seguir haciendo todo este esfuerzo.
-Estás entrenando con Juan Carlos Revecco, ¿qué te dice?
-Me dice que me ve tranquilo. Que he mejorado muchísimo desde que llegué a Mendoza en enero. Siempre me habla que hay que estar con los ojos bien abiertos durante la pelea y equivocarse lo menos posibles. Tenemos una buena relación.
-Saber que vas a ganar la bolsa de dinero más importante de tu carrera por una pelea, ¿qué te genera?
-Una tranquilidad. Ya tener mi propia casa es algo que me cambió mucho la forma de ver el dinero. Sé que todo lo que entra va para mejorarla. Igual, uno quiere la gloria y el título. Uno cuando empieza a pelear no piensa en otra cosa que en ser campeón del mundo.
-¿Imaginás la pelea?
-Sí. Me veo arriba del ring tirando, yendo para adelante. Pero tranquilo por saber que tengo físico para boxear los doce rounds.
-¿Extrañás mucho?
-Sí. Hablo dos o tres veces por día con mi señora para saber cómo anda todo. Igual, mi idea es seguir la carrera dos años más acá en Mendoza y después volver a San Juan. Quiero volver sabiendo que di todo para ser campeón mundial.
