Viven en una zona de trabajadores rurales, a 3 kilómetros de la villa cabecera de Pocito, y nunca tuvieron en su hogar el servicio de agua potable. Siempre la consiguieron gratis, pero ahora, para acceder a ella, deben pagar el flete a la Municipalidad. Dicen que desde hace un mes juntan moneditas para reunir los 30 pesos semanales. Esto es lo que vive la familia de Mabel Morales (foto), cuya vivienda está por el callejón El Bosque. Y aún cuando desde la comuna le traen el agua potabilizada, la mujer contó que antes de tomarla tiene que hervirla. “Depositan el agua en una pileta. Yo no sé si los camiones están limpios. A veces, es lo mismo que tomar la que viene por la cuneta”.

Mabel no es la única afectada. Evangelina Marinero, otra vecina, contó que tienen que pagar el flete entre varias familias porque no les alcanza la plata. A esto se suma que la mujer tiene que caminar tres kilómetros para llegar a la Municipalidad y pedir el agua. Mientras que para ahorrarla, se bañan, lavan la ropa y hasta los utensilios de cocina con agua de la cuneta. “Fue de un día para el otro. Nos trajeron el agua como siempre, y a la otra semana nos dijeron que el viaje costaba 30 pesos”, dijo Evangelina.

Ninguna de las 15 familias afectadas que pudo visitar DIARIO DE CUYO tenía conocimiento del trámite que deben hacer para no pagar el flete.