Cada vez que el sindicato de los médicos hace paro en Salud Pública, en el Hospital Rawson se ven afectados de manera directa cerca de 600 pacientes ambulatorios. Son los que asisten para hacerse atender en los consultorios externos, para que les practiquen algún estudio o para someterse a una intervención quirúrgica que ya estaba programada. Como en el nosocomio más importante de la provincia el acatamiento es muy alto, según dice el gremio y reconocen las autoridades, las personas que llegan a la madrugada se topan con la desagradable noticia de que todos los servicios se suspenden y se reprograman para otra fecha.

El director del Rawson, Armando Rosales, y el secretario General del Sindicato Médico, Pedro Sanna, coincidieron en que los paros afectan a las consultas médicas, los estudios de baja y media complejidad y las cirugías. Los internados, aseguraron, son atendidos con normalidad, al igual que los casos de apuro que entran al Servicio de Urgencias y a las guardias. También hay atención como un día común en los laboratorios y el servicio de Tomografía, éste último porque por lo general son urgencias.

La información oficial del hospital indica que por día se dan en promedio 16 turnos por cada uno de los 30 consultorios externos que hay -480 en total-, 60 turnos para radiografías y ecografías y se programan 34 cirugías. Es decir, son 574 los pacientes se quedan sin atención y tienen que volver otro día. Con el agravante de que muchos son de departamentos alejados que no pasaron por el centro asistencial de su distrito o que sufren una dolencia más complicada que sólo se puede revisar en el Rawson, que es el más complejo y moderno del Estado.

Peor es una huelga de 48 horas y encima jueves y viernes, como pasó en octubre. Los pacientes tuvieron que esperar hasta el lunes -sábado y domingo no hay atención si no es una urgencia-. Así fue que el nosocomio se vio desbordado la semana posterior.

Rosales aseguró que como los turnos se corren, tardan varios días en ponerse al día. Según el funcionario, "por un paro por 48 horas tardamos una semana en volver a la normalidad y cuando es por 72 horas nos lleva diez días". En la práctica implica que los pacientes más postergados deben esperar hasta ese plazo para ser atendidos.

Los médicos vienen haciendo huelga desde hace meses, para reclamar, entre otras cosas, un suba salarial del 30 por ciento, el 82 por ciento móvil, el pase a planta permanente de los contratados y la equiparación de becas de los residentes locales con los nacionales. Con esos argumentos, ya convocaron a un paro para 10, 11 y 12 de este mes.

El ministro Oscar Balverdi aseguró que la mayoría de lo que piden no depende de Salud Pública -el 82 por ciento y las becas lo dispone la Nación y los sueldos la mesa de relaciones laborales-. "De nosotros depende las designaciones y, como nunca, hemos pasado 300 contratados a planta permanente -entre enfermeros y profesionales", tiró molesto el giojista.

El secretario de Salud Pública, Enzo González, adelantó que "en el próximo paro el personal de admisión va a anotar pacientes para los consultorios y los médicos son los que van a tener que poner la cara y decir que no atienden porque están de paro". Sucede que generalmente, se instruye al personal para que directamente no anote a los pacientes que están esperando y son ellos los que se llevan todos los reclamos.

En los centros de la periferia, hay versiones encontradas. Sanna dije que los paros son muy fuertes. Balverdi aseguró que se trabaja normalmente.