Todo se supo en una escuela especial de Capital, durante la clase de tecnología. La versión de la pesquisa es que la maestra descubrió en el teléfono celular de una de sus alumnas, una nena con capacidades especiales de 13 años, fotos que la estremecieron. Así, dijeron, vio al padrastro de la nena besándola en la boca o haciendo lo mismo con su hermana de 9 años. Y algo más grave, al menos una toma de genitales masculinos o el padrastro y la madre con sus torsos desnudos en la cama y la chica de 13 con ellos, precisaron.
La misma nena habría revelado entonces a su maestra y a la directora de la escuela que su padrastro la manoseaba a ella y le daba besos en la boca a su hermanita de 9. Y ayer no se descartaba que la nena especial, hubiera presenciado actos sexuales de los mayores y haber sido inducida a sacar fotos de esas situaciones.
La denuncia de la maestra se hizo el mismo miércoles en la sección Seguridad Personal de la Brigada que dirigen el subcomisario Rodolfo Andrada y el principal Oscar Sombra. Y pronto las autoridades del Cuarto Juzgado de Instrucción, con el recién ascendido a juez de Cámara, José Atenágoras, y la secretaria Gladys Capdevila dieron intervención a la Justicia de Menores, ordenaron revisar de las nenas implicadas y a otras dos hermanas menores. Y ordenaron la detención del padrastro sospechado, un changarín de apellido Saavedra, de 48 años, que anoche fue apresado por policías de Seguridad Personal en Santa Lucía.
La detención se concretó cerca de la casa donde el sujeto vivía con la madre de las nenas y también con el padre biológico de las chicas, un empleado público que habitaba una habitación separada, en el mismo predio, dijeron.
Hasta ahora, los médicos establecieron que ninguna de las nenas fue violada, revelaron. Pero su situación de peligro obligó a la Justicia a internarlas en un hogar estatal. Las pericias psicológicas serán claves para que se resuelva si la madre de las niñas también debe quedar presa.
