El plan resultaba como lo habían planeado: nada ni nadie impidió su ingreso por una puerta lateral a “Antártida Rectificaciones” en Mendoza 1028 Sur (a media cuadra de la fábrica de Millán), en Capital. Y una vez adentro, no hubo obstáculos para apoderarse de un fax, una impresora y una computadora. El problema fue la ambición de querer llevarse una enorme y pesada caja fuerte (tiene más de 200 kg) en el mismo auto que usaban para dar el golpe alrededor de las 4.30 de ayer.

En la Policía y uno de los dueños del lugar, Juan Carlos Aragón, imaginaban ayer que no fue poco el esfuerzo y la complicación de al menos tres ladrones para trasladar unos 10 metros esa caja desde la oficina en la que estaba hasta la vereda, donde incluso habían metido un Renault 19 en la pretendían cargarla.

Fue esa parte compleja del plan lo que terminó con la mayoría de los sospechosos presos, y sin botín. Según fuentes de la Seccional 3ra al mando del comisario inspector Marcos Marín, un llamado al 911 puso en marcha al oficial Juan Carlos Durán, el cabo Cristian Cortez y los agentes Martín Olivares y Yanina Martínez, que cuando llegaron sorprendieron a los ladrones y atraparon a tres de ellos.

Según fuentes de la seccional, uno de los sospechosos estaba en una fosa de la rectificadora y resultó ser el ex empleado de la firma Guillermo Campoy (28), dueño del Renault 19. Otros de los sospechosos atrapados en el local fueron Sergio Rosales (24) y una jovencita de 17 años que sería su novia. En la Seccional 3ra dijeron también que contaron con apoyo del Comando Radioeléctrico y que uno de los ladrones logró escapar por los techos.

Según Aragón, en los 40 años de trayectoria de la firma, el de ayer es el ataque más grave que sufrieron.