Con la idea de ir adquiriendo tierras y construir fincas para plantar 3.000 hectáreas de pistachos, la empresa estadounidense 2B Farmimg ya tiene en producción plantines que crecen bajo un moderno invernadero al pie de los cerros de Zonda. Sería un megaproyecto de pistacho que se haría escalonadamente en un período de 7 años, transformándose por su magnitud en el más importante del país.

La empresa conoce muy bien el negocio ya que maneja miles de hectáreas en Fresno, California, entre las fincas propias y las que asesora a terceros.

Desde el año pasado ha venido estudiando las zonas de Argentina y convencidos de su buen clima para el pistacho, como el agua y el valor de las propiedades en estas latitudes de Sudamérica, optaron finalmente por realizar una inversión que por las características uno imagina millonaria en dólares.

La producción de pistacho en Argentina se presenta como un cultivo relativamente nuevo en la historia agraria del país y se estima que existen alrededor de 800 hectáreas cultivadas, las cuales se distribuyen entre las provincias de San Juan (75%) y La Rioja (25%). Asimismo, se estima que la superficie cultivada en San Juan asciende alas 600 hectáreas, de las cuales sólo un 15% cuenta con una antigüedad menor a los dos años.

No hay dudas en San Juan

En este suplemento venimos anunciando de lo relevante como alternativa para San Juan que es el cultivo del pistacho. No estaríamos errados al suponer que esta planta, procedente de Oriente, es tan importante como el cultivo del olivo, frutal éste que ha sufrido heladas invernales bajo cero y muy severas en los últimos años, a tal punto que arrasó secando las plantas en fincas enteras en zonas frías del valle de Tulúm, lugares donde nunca antes se había plantado un solo olivo.

Precisamente allí es donde el pistacho ha demostrado que anda muy bien debido que en invierno no tiene hojas y aguanta temperaturas bajo cero sin problemas.

Las zonas de 25 de Mayo, Pocito y San Martín concentran casi la totalidad de lo plantado en San Juan. Si bien en otras zonas de la provincia pueden encontrarse plantaciones a pequeña escala, se cuenta con que el 80% de la superficie se concentra en cuatro grandes emprendimientos productivos que hoy abastecen parte del incipiente mercado interno y exportan a Brasil, Italia, Rusia y Venezuela como principales compradores.

De ahí la importancia que tiene Argentina como productor de pistachos a nivel de toda Latinoamérica y en particular, el rol primordial que adquiere la provincia de San Juan al consolidarse como la principal región productiva de nuestro país.

El pistacho es una muy buena alternativa para los productores, incluso se trató durante estos último años que el viñatero destinara algunas tierras y pusiera allí una especie de "alcancía" a mediano plazo. Por ser un pistacho que recién entrega producción a partir de los 5 o 6 años para tener una producción plena a partir de los 10 años, es que muchos no se arriesgan a la inversión y por la desconfianza que genera un cultivo nuevo. Pues ha quedado demostrado por las rindes, la calidad y los precios conseguidos por quienes hoy lo cultivan, procesan su fruta seca y lo venden, que es una muy buena alternativa. Desgraciadamente se ha perdido un precioso tiempo y al pistacho no se lo ha tomado en serio como una verdadera alternativa y hoy lo que no hagamos los sanjuaninos lo harán firmas foráneas.

El riego es la clave

Los hermanos Juan Carlos y Rogelio Iriarte son propietarios de Prodrop, una empresa local dedicada desde 1998 al desarrollo de sistemas de riego para grandes extensiones, teniendo como premisa la eficiencia en el uso del agua.

Explicaron que están asistiendo a la empresa norteamericana en el proyecto integral de riego para las miles de hectáreas y que han comenzado a asesorar en el vivero productor de plantines desde noviembre del año pasado.

Las plantas que vegetan en dos naves del invernadero serán las que luego irán al terreno definitivo. Están compuestas por el pie llamado UCB 1 y en donde luego se injertarán las yemas de las variedades comerciales para producir frutos que se destinaran para el salado o tostado. La mecanización de las labores, en especial de la cosecha y el desarrollo comercial de mercados, serán la clave para este megaproyecto que tiene pensado abastecer a países de Sudamérica.