El Cambio climático no sólo calentará la superficie de la tierra y la

atmósfera baja si no que además modificará los regimenes pluviométricos y nivales y con ellos la disponibilidad de agua para riego. Fenómenos que también sufrirá la fruticulturade las distintas regiones productivas en mayor o menor medida, las que deberán adaptar sus manejos a los cambios no sólo climáticos si no también en la fisiología de los cultivos. Los cambios impactarán los requerimientos de frío, fechas de floración, riesgos de helada, extensión del ciclo productivo, madurez y momento de cosecha, etc.

El Dr. Caludio Stöckle, de la Washington State University, explica en un artículo de la prestigiosa revista New AG International que el incremento de la temperatura del planeta ha sido anticipado por todos los modelos de circulación general de atmósfera y océanos del planeta y respaldado por crecientes cantidades de evidencias. Los modelos matemáticos de referencia del Panel Intergubernamental del Cambio Climático anticipan que las temperaturas globales se podrían incrementa entre 1,1 y 6,4 ºC entre 1990 y 2100, dependiendo de los escenarios de emisiones de dióxido de carbono carbono (CO2) que se definan al "correr’ los modelos. Pero también se anticipan cambios en los regimenes pluviométricos.

Al mismo tiempo, la cantidad de CO2 atmosférico podría incrementarse en un rango que va de 550 a 850 ppm (partes por millón), dependiendo del escenario de emisiones que se defina. Como es obvio estos cambios impactarán en la agricultura obligando a diferentes grados de adaptación, lo que dependerá de la región del planeta en que se cultive.

Impactos en la fruta

La producción de fruta bajo riego no se mantendrá al margen de los cambios. Las más importantes áreas de producción de frutas del mundo son China, EEUU e Italia, en lo que respecta a carozos y pomáceas; Brasil en cítricos; y España en olivos y almendros. El análisis del Dr. Stöckle se centra en esas áreas y discute los efectos generales del calentamiento global en los requerimientos de frío, fechasde floración, riesgos de heladas, extensión del ciclo productivo, madurez y momento de cosecha. pero según Stöckle, tembién se deben esperar distorciomnes tales como incrementos en la presión de plagas y enfermedadres, la necesidad de modificar las cargas frutales y el tamaño de las copas o incluso cambiar de cultivo. Anticipa que en algunos casos se deberán buscar tierras más altas para continuar la producción de fruta. +Aún no se dispone de mucha información sobre el impacto del calentamiento global en los árboles frutales+, advierte . Stöckle, pero entrega varios datos. En algunas regiones ya se han reportado floraciones más tempranas, por ejemplo en Alsacia (este de Francia), el período entre brotación y cosecha de las parras se ha acortado y la maduración de la fruta se produce bajo condiciones de mayor calor. Y al revés, la mayor temperatura podría extender el período post cosecha de las plantas, lo que ayudarìa a la acumulaciòn de carbohidratos para la soguiente temporada.

Para el noreste de Estados Unidos, en el período que va de 1965 a 2001 se reportaron adelantos de entre 2 a 8 días tanto la floración y como de la etapa de +primera hoja+ en uvas y manzanas. Por otra parte, observaciones realizadas en Francia indican que especies con mas altos requerimientos de frío (como los manzanos) podrían verse afectadas, tendiendo a retrazar su fecha de floración. Cuando se analizan los efectos del calentamiento del período que va desde 1976 a 2001, estos efectos parecen mas evidentes dustrante los períodos que corresponden a los requerimientos de calor, que durante los períodos de requerimiento de frío, lo que implica que los árboles tenderían a florrecer mas temparano (11 días más temprano entre 1976 y 2001).

Otros reportes han relacionado las altas temperaturas de primavera con disminución del tamaño y rendimiento de duraznos debido al acortamiento de la fase de desarrollo del fruto. En tanto que las temperaturas cálidas a principios de inviernos han sido relacionados con caídas de botón floral en durazno y damasco.