San Juan 23 de octubre.- Las repercusiones tras el caso de cambio de bebés, conocido la semana pasada, no deja de generar repercusiones. En este caso habló una de las madres que sufrió el error cometido por personal de Sanatorio Argentino. Verónica Tejada, mujer que tenía la beba de Lorena Gerbeno, relató la traumática experiencia que pasó.
"A mí me pasó algo similar con el peso, es difícil de contar, pero después atando cabos me di cuenta. El día que nacieron las nenas, a mí me pasó lo mismo que le pasó a Lorena con el peso, pero lo consulté en el sanantorio con el médico y con la explicación que me dieron me quedé tranquila y me fui a mi casa. A mí me dijeron que pesaba 3,800 kilos y después me llevaron a la habitación una nena de 3,100 kilos y yo esperaba una nena más grande, pero me dijeron que me quedara tranquila porque si las chicas habían anotado ese peso es porque ese era el peso y quizá él se equivocó cuando me dijo que era más grande. Cuando la bebé nació, el médico se la dio a una chica que me la mostró, me la puso un ratito en el pecho y se la llevó. No recuerdo que delante mío le pusieran la pulsera, no lo he visto”, relató en los micrófonos de Radio Sarmiento.
Tejada agregó que “fueron los peores cinco o seis días de mi vida, te destrozan como madre, como mujer, como persona. Hacerte la idea de que estuviste nueve meses esperando tu bebé y después te digan que probablemente no es tu hija, es muy feo. Es una mezcla de sentimientos muy rara, es alegría porque la gordita que está conmigo es mi hija, pero a la vez es imposible olvidarse de la niña que estuvo conmigo. Pienso que el día de mañana voy a tener el interés de saber cómo está y cómo va creciendo”.
En cuanto a la respuesta oficial del Sanatorio Argentino, tras haberse conocido el caso, tejada explicó que “el Sanatorio en el único momento que se hizo presente es el martes 15 de octubre para la notificación de lo que había sucedido cuando me citó el Juzgado del juez Benito Ortiz, pero como institución ningún contacto y ninguna predisposición, absolutamente nada. El único que me llamó fue mi médico, Federico Conti, para decirme que estaba al tanto de lo que había pasado y que no tenía ninguna explicación. Yo quiero saber las responsabilidades, delimitar quién hizo qué y en qué momento, quién estuvo ahí y esas explicaciones todavía no me las dan”.
Por último la madre dijo que “por el momento estoy cayendo en lo que pasó, ayer y hoy han sido días de locos porque me han llamado de un montón de medios, pero sobre todo lo que más queremos como familia es estar con nuestra hija, disfrutarla y crear el vínculo que no hemos creado. Nos hemos mentalizado así, primero lo primero, que es nuestra hija”.
