"Mirá, te explico, mi sueño es poder conversar con el papa Francisco. Mi papá me dijo que si alguna vez viene por lo del milagro, vamos a ir a donde esté para tratar de acercarnos. Y ya sé lo que le voy a pedir si llego a conocerlo", contó Camila Brusotti (9), conversadora hasta por los codos si entra en confianza.
Ella es la nena del milagro, la criatura que tras estar al borde de la muerte hoy tiene una vida normal gracias al segundo milagro del Cura Brochero y por el cual empezará el proceso de canonización, de acuerdo al Vaticano. Camila, quien pasado mañana cumplirá 10 años, dijo que al Papa quiere pedirle por la recuperación de su brazo y su pierna, las únicas secuelas que le quedan, y confesó que todas las noches le reza a Brochero antes de dormir.
Ella desde el principio que sabe que la Iglesia estudia su milagro. La psicóloga le recomendó a su papá, Javier Brusotti, que no le ocultara nada y por eso le contaron sobre lo de Brochero. De ahí que toma todo con naturalidad. Es más, en enero pasado armó un revuelo cuando estuvo en Villa Cura Brochero, en Córdoba, para cumplir una promesa.
Antes de dormir
La nena todas las noches le reza a Brochero y le pide lograr la total movilidad de sus extremidades del lado izquierdo de su cuerpo. Es una secuela que quedó de la brutal golpiza y su problema es neurológico. Realiza rehabilitación frecuentemente y desde hace dos meses está probando una férula para mejorar la posición del pie, para caminar mejor, contó Javier. "Vamos a necesitar otro milagro de Brochero para recuperar totalmente la pierna y el brazo. Y tengo esperanza", resumió el papá.
En medio de la charla, en secreto escribió en un papel el nombre de un niño que le gusta, pero inocentemente le pidió a su papá que mirara para otro lado para que no leyera. Y confesó que cuando sea grande ya sabe lo que va a ser. "Quiero ser cantante, porque amo cantar. Y de los cantantes que más me gustan están Axel, Abel Pintos, Violetta y Lali Espósito. También me gusta Gilda, porque mi papá tenía un caset en el auto", apuntó.
