Pedro Oris salió convencido ayer de que no zafará de enfrentar cargos por el supuesto abuso sexual contra Camila, la nena hija de su expareja Alejandra Ríos. Lo que hoy definirá el tribunal que juzga a ese changarín y a la docente por la tentativa de homicidio y las lesiones contra esa niña que se salvó de milagro el 25 de octubre de 2013, es en qué ámbito deberá defenderse: si en el mismo juicio, como pidió el fiscal Gustavo Manini, o empezar de cero otra investigación, pues eso implica la denuncia en su contra que puso ayer en la fiscalía de instrucción en turno el papá de Camila, Javier Brusotti, junto con la asesora de Menores Patricia Sirera.
Al conocer de ambas circunstancias, los jueces Silvia Peña Sansó, Juan Carlos Caballero Vidal (h) y Raúl José Iglesias (Sala I, Cámara Penal) pidieron copia de la denuncia y suspendieron las audiencias hasta hoy, cuando darán a conocer su decisión, dijeron fuentes judiciales.
Este diario había anticipado que Oris no eludiría una acusación por el presunto abuso sexual contra Camila. Esa situación no era nueva en el proceso, pues ya en la investigación había sido revelada por la propia nena, entonces de 8 años, y por al menos tres testigos: la expareja de su papá, una psicóloga que la entrevistó en Cámara Gesell y otra que la trató particularmente.
Pero aquella vez no se hizo nada porque se suponía que Brusotti era el único habilitado para denunciar y no lo hizo.
Por el contrario, el fiscal Gustavo Manini entendió ayer que por diversas normas y tratados internacionales sobre los derechos del niño, la fiscalía podía denunciar o intervenir en casos de menores víctimas de abuso, como Camila.
Y así se lo hizo saber al tribunal cuando le pidió ampliar la acusación contra Oris por los supuestos delitos de abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores, ambos delitos agravados. Ante los jueces, el fiscal describió las conductas que Oris perpetró contra Camila, cuando su mamá se fue a vivir con el acusado en una finca de Santa Lucía y llevó a su hija con ella.
Según voceros del caso, esos mismos hechos fueron los que Brusotti y la asesora de menores denunciaron en la fiscalía que dirige Fabrizio Médici.
Si el tribunal da curso al pedido de la fiscalía, es probable que la defensa se oponga o en todo caso pida un tiempo para preparar la mejor estrategia. Y que Oris sea sometido a una indagatoria en la que puede dar su versión o negarse a hacerlo. En principio, se suponía que ayer ampliaría sus dichos ante el tribunal y volvería a acusar a su expareja por los golpes que casi matan a la niña.
Si los jueces rechazan el planteo fiscal, el caso atravesará un proceso de investigación hasta llegar (es lo más probable) a otro juicio.
