San Juan, 23 de Diciembre.- Finalmente, y casi después de dos meses, la pequeña Camila Brusotti fue dada de alta para continuar con su rehabilitación y retomar su vida habitual. La pequeña dejó el sanatorio de la mano de su padre, repartiendo besos y saludos a los médicos y enfermeros.
"Tuvo una evolución muy buena, Camila nos sorprendió positivamente", sintetizó la doctora Valeria Pardini a la hora de contar como fueron los días de internación.
Camila ingresó al Cimyn el 25 de octubre después de ser víctima de una brutal golpiza que la dejó al borde la muerte. Su madre dijo en un primer momento que cayó de un caballo, pero la investigación policial demostró que era víctima de violencia familiar. Ahora se trata de establecer la responsabilidad de su padrastro, único detenido, y su mamá biológica.
La pequeña deberá continuar con medicación neurológica y rehabilitación. Será su papá, Javier Brusotti, quien cuide de la nena después de obtener la tenencia provisoria.
