Manantiales es un sitio de nieves eternas que está en San Juan. El paisaje es de los más bellos que ofrece la Cordillera de Los Andes. Hasta allí suelen ir los amantes del deporte aventura para darse el gusto de disfrutar de ese paraíso blanco. Y, que mejor que hacer una caminata sobre raquetas en medio de esa inmensidad. El uso de este equipo es fundamental para no hundirse en la nieve. Hasta ese sitio suelen ir aquellos turistas que desean tener una experiencia única, siempre acompañados por guías profesionales. Ese lugar está a 280 kilómetros de la ciudad de San Juan. Por lo general se llega en vehículos 4 x 4 y existe la posibilidad de aprovechar el paisaje nevado hasta octubre, cuenta el guía, Luis Tanoni.
Los viajes se hacen al menos dos veces al mes con grupos de 3 a 8 personas, por una cuestión de seguridad. Por lo general se trata de personas de ambos sexos de entre 12 a 65 años de edad.
Para encarar este desafío existen algunas recomendaciones básicas que suelen hacer los guías: por ejemplo, poseer buena salud y estado físico, es decir, que antes de emprender esta experiencia es bueno salir a caminar o trotar todos los días, desde media hora hasta una hora y media. También una buena alimentación. Todo para evitar problemas a la hora de ir a la montaña.
La caminata consiste en dos o tres horas por día en las faldas del Cordón de La Ramada, que está a 6.400 metros sobre el nivel del mar. En ese tiempo el guía da charlas históricas sobre el sitio, se les hablas sobre la geografía, características de flora y fauna del lugar, ríos y arroyos. además se les aconseja como regular los abrigos a medida que aumenta el calor corporal, qué comer y cómo hidratarse.
Tanoni cuenta que a los turistas les llama mucho la atención la inmensidad del paisaje. El hecho de estar en plena cordillera, disfrutando de la fauna y flora autóctona causa mucha impresión a los visitantes, a tal punto que todos llevan sus máquinas de fotos y filmadoras para no perderse detalles del lugar.
La caminata consiste en dos o tres horas por día en las faldas del Cordón de La Ramada. En ese tiempo el guía da charlas históricas sobre el sitio, la geografía, características de flora y fauna del lugar, ríos y arroyos. También se les aconseja como regular los abrigos a medida que aumenta el calor corporal, qué comer y cómo hidratarse.
En esta caminata con raquetas sobre la nieve, el descanso también es muy importante. Por lo general se hace entre las 10 de la mañana hasta el mediodía. Sirve como distensión y los integrantes del grupo se relacionan, intercambian vivencias y algunos de ellos se casaron, cuenta a modo de anécdota el profesional.
Debido a la altura y el frío, las comidas son contundentes, ricas en calorías como por ejemplo guisos, fideos, lentejas, polentas, asados de chivos.
Al final de la experiencia los turistas se muestran satisfechos y con ganas de repetir la travesía por el paraíso nevado sanjuanino.
