La ecuación que hacen los empresarios del transporte de carga sanjuanino, perjudicados por la falta de combustible es contundente: Los camiones que viajan a Buenos Aires -el 75% de una flota de 650- o al Norte del país -el 25% restante-, acumulan una pérdida aproximada de $4,8 millones mensuales.
En el caso de los fletes que van al conurbano bonaerense, el rojo que arrastra cada camión es de unos $7 mil y para los que tienen como destino provincias norteñas, asciende hasta los $10 mil, porque los camioneros quedan varados hasta 2 días más en las estaciones a la espera de que llegue el combustible, según estimó la Unión de Propietarios de Camiones de San Juan (Uprocam).
Según argumenta el Gobierno nacional, este escenario es producto de que la demanda supera ampliamente la oferta, en gran parte por el boom de venta de vehículos que hubo estos años, pero también por la falta de inversión de las petroleras.
“El problema es realmente muy grave, porque primero tenemos que dar vueltas aquí para llenar los tanques, pero cuando salimos a la ruta somos presa fácil de los faltantes de combustibles y de estacioneros que nos cobran el gasoil a precios que son una locura. Nos preocupa que tenemos fletes cerrados para un gasoil a $4 y uno saca en promedio lo que termina pagando por viaje y es de $5 o más también”, explicó José Maldonado, presidente de Uprocam.
Por lo general y dentro de lo posible, los camiones salen de la provincia con tanques llenos y dependiendo de la autonomía de los tanques, para los que disponen de dos de 300 litros o 500 litros, deben sí o sí reponer combustible en la ruta si el viaje promedia los 2.500 kilómetros -ida y vuelta-. En este sentido, la mayoría opta por cargar en ciudades importantes sabiendo que si no hay gasoil en una estación, posiblemente haya en la otra, pero el problema se agudiza cuando el regreso lo inician con el tanque casi vacío y deben recorrer una a una las estaciones que hay en la ruta, lo que en muchos casos obliga a que los camioneros duerman haciendo cola a la espera de que repongan.
“Si bien de acá salimos con el tanque lleno, después en la ruta es una odisea en cada pueblo cargar combustible y al precio que se les da la gana. Esto es una locura, los muchachos tienen que estar varados y en la dulce espera de que llegue el gasoil”, comentó Oscar Molina desde Transporte Sur Express, que cuenta con 10 equipos completos -camión y acoplado-. “En la ruta conseguimos a cuenta gotas y tenemos que andar casi pidiendo por favor para cargar algunos litros, te imaginas que es un activo que lo tenés parado”, agregó Mario González, de Transporte Puertas de Cuyo, que viaja diariamente a Buenos Aires, Rosario y la provincia de Córdoba.
EN EL NORTE FALTA Y ES CARO
Para los transportistas que viajan rumbo al Norte del país, principalmente a la Mesopotamia, el problema se torna más complejo porque a la falta de combustible se le suman precios que obligan al camionero a pagar hasta dos pesos más que el valor del gasoil que se vende aquí en la provincia de San Juan. “Cuando salís a la ruta y principalmente al Norte que vamos nosotros, estás completamente a la deriva y llegan a cargar hasta en 10 o 12 estaciones para poder pegar la vuelta. Mirá, el otro día hicimos un viaje donde el promedio de gasto de gasoil fue de $5,50, cuando YPF en condiciones normales lo tiene casi en $4, pero terminás pagando y siendo rehén de los estacioneros que sabiendo la necesidad cobran lo que se les da la gana”, se quejó Miguel Ruiz, propietario de Transportes Don Miguel, que con su plantel de 10 camiones viaja a Tucumán, Salta y Jujuy.
