Cambiar basura por créditos de electricidad se ha convertido en una fuente adicional de ingresos para familias pobres del estado brasileño de Ceará, al norte del país, gracias a un programa de reciclaje que además ayuda a preservar el medioambiente y promueve la inclusión social.
El programa Ecoelce, implantado en febrero de 2007 por Coelce, empresa del grupo español Endesa, distribuidora de electricidad de Ceará, estimula a sus clientes a separar los residuos sólidos y entregarlos en puntos de recolección donde son pesados y convertidos en créditos en reales para pagar las cuentas de luz.
El procedimiento es muy sencillo. Ecoelce ofrece descuentos en el recibo eléctrico de los clientes que entreguen materiales de desecho en los más de 60 puntos de recolección que ya existen en Ceará. En cada uno de ellos, una máquina de registro es la encargada de pesar y cuantificar los residuos entregados por el usuario, en función del precio de mercado de los mismos, lo que se traduce en créditos en la factura de la luz. Desde plásticos hasta vidrio, pasando por papel o aceite de cocina usado, cualquier desperdicio se convierte en primas a la hora de pagar la electricidad. Posteriormente, los residuos son separados y recogidos por la industria del reciclaje. Parte de esos materiales reciclables son donados a cooperativas de barrios que fabrican tubos y escobas.
Desde que fue implantada, unos 220.000 clientes de la compañía se han inscrito en el programa Ecoelce, que ha reciclado cerca de 8.500 toneladas de materiales y concedido descuentos en las facturas de luz por cerca de un millón de reales (unos 555.000 dólares) que son cargados en tarjetas magnéticas.
Con los créditos acumulados, muchos clientes de baja renta reciben su factura en ceros, como es el caso de María Gorete Costa Oliveira, una mujer de 50 años, que hace 17 meses no paga cuenta de energía.
Costa Oliveira sueña ahora con ganarse uno de los 10.000 refrigeradores sorteados anualmente por la empresa entre familias pobres que reciclan para que reemplacen los aparatos viejos, que consumen más energía, por otros de mayor eficiencia y menor gasto de electricidad.
Las empresas o clientes de altos ingresos que se han inscrito en el programa pagan normalmente sus cuentas de luz y donan los créditos obtenidos con el reciclaje a siete instituciones de beneficencia previamente inscritas en Ecoelce.
Endesa Brasil, que opera en las áreas de generación, transmisión y distribución de energía, comentó que las 2,35 toneladas de papel recicladas han evitado la tala de 79.000 árboles y permitido un ahorro de 220 millones de litros de agua.
La iniciativa ha sido extendida por la empresa a Ampla, distribuidora de energía del estado de Río de Janeiro, y tomada por Endesa como proyecto piloto para su implantación progresiva en las demás empresas que tiene el grupo en América latina.
La iniciativa fue galardonada este mes con el Premio Europeo de Medio Ambiente a la Empresa 2009/2010, sección española, en la categoría de Cooperación Internacional para el Desarrollo Sostenible. Por la incidencia positiva que ha tenido sobre el medioambiente, Ecoelce fue galardonado en 2008 con los World Business and Development Awards, organizados por la ONU. Igualmente fue elegido como una de las 25 mayores innovaciones brasileñas de la última década por la revista de negocios Exame.
