Autos en medio de la calle intentando cruzarla para continuar con el trayecto. Personas apostadas en las esquinas haciendo malabarismos para cruzar la calzada. Bocinazos y gente ofuscada. Esto es lo que se observó ayer al mediodía en el centro, luego de que los semáforos dejaran de funcionar por un corte de electricidad que duró 25 minutos, en toda la provincia y que fue generado por una falla en la estación transformadora de Distrocuyo.
En las calles del microcentro sanjuanino, peatones y ciclistas estuvieron por casi media hora, a merced de los automovilistas, que intentaban atravesar las esquinas, con semáforos sin funcionar.
Esto sucedió porque los autos, colectivos y camionetas circulaban sin ningún tipo de control ya que los semáforos no funcionaban, ni tampoco había efectivos de la Policía de San Juan que ordenaran el tránsito.
Otro de los inconvenientes que trajo aparejado el corte de luz, es que los cajeros automáticos quedaron inhabilitados durante el tiempo en el que perduró el corte de electricidad y esto llevó a que la gente se agolpara en las veredas mientras esperaba que se restableciera el servicio y así poder concretar sus trámites. Sólo una de las personas que esperaba decidió retirarse por tener compromisos laborales. ‘Vine a pagar las boletas por el cajero automático, pero justo se cortó la luz y ahora vuelvo a mi trabajo porque mi jefe me autorizó unos minutos para poder hacer este trámite‘, dijo Claudia Muñoz, empleada de comercio.
En el caso de los negocios, el principal problema fue que no pudieron accionar las cajas registradoras ni utilizar tarjetas de crédito. En cuanto a los sitios que expenden alimentos, en general no tuvieron problemas, según contaron. Es que los comerciantes dijeron que la duración de la restricción del servicio público no fue muy extensa, como para que los productos perdieran la cadena de frío, como sí sucedió con otros cortes. Pero sí hubo algunos casos en donde tuvieron pérdidas por la falta de electricidad. ‘El molinito con el que procesamos los granos de café, es eléctrico. Con el corte de luz no pude hacerlo y por lo tanto tampoco tenía café para poder servir a los clientes. Así fue que tuve que pedirles disculpas y decirles que no podía atenderlos‘, dijo Edith Muñoz, dueña del café Bangkok, quien estimó que perdió 10 clientes en los 25 minutos que duró la interrupción de energía.
En el caso de Roxana Rosales, que tiene una heladería y café, dijo que no tuvo problemas con la cadena de frío indicada para que las cremas heladas que vende no se echaran perder. Pero aclaró que la situación le creó estrés ya que unos minutos más, o un corte del mismo tiempo en plena siesta, le hubiera hecho perder toda la inversión realizada para ofrecer al público helados artesanales.
‘Esta vez no pasó nada, por suerte. Es que reaccioné rápido y apagué todas las heladeras para que ninguna baja de tensión les haga daño. Ya me pasó a principio del año pasado que también hubo un corte grande. En ese momento no sólo que estuvimos más de una hora sin luz, sino que cuando volvió me rompió dos heladeras y perdí todos los yogures que tenía guardados‘, dijo Adriana Bambozzi, dueña de un maxi kiosco ubicado en el centro.
