Fue el propio tío de esa nena con un severo retraso mental el primero en iniciarla sexualmente, siempre bajo coacción, cuando la víctima tenía 12 años. Tenía una ventaja: la libertad de quedarse en la casa de su hermana, pues estaba separado y dormía en la pieza de los varones. Comenzó a manosearla y, luego, a violarla.
El vecino, un comerciante divorciado que vivía enfrente, se sumó luego a los ultrajes sexuales. Fue cuando la nena llegaba con una hermanita a jugar con su hijo adoptivo y entonces la llevaba al fondo, ofreciéndole caramelos o dinero; en el expediente consta que incluso pretendía llevarla a un hotel por horas. El gran temor de esa criatura que jugaba con nenes pequeños a causa de su deficiente estado mental, era que sus padres la castigaran si revelaba los terribles abusos que sufría.
Pero el gran problema estalló un día que su mamá la llevó al médico para saber por qué no menstruaba, y al realizarle un estudio se supo que tenía un embarazo de 5 meses. "Mamá, fue el tío y el Raúl", confesó entonces la pequeña.
Cuando la revelación se conoció en el barrio donde vivía con su familia, el Lote Hogar 3 de La Bebida, Rivadavia, la Policía tuvo que rescatar al comerciante, Raúl Manuel Sánchez (45 años) para que no lo lincharan. Sin embargo aquella noche del 2 de mayo de 2012, los indignados se sacaron las ganas: destruyeron la camioneta de Sánchez y luego le prendieron fuego.
Desde un comienzo el comerciante negó cualquier vinculación y hasta se ofreció al estudio de ADN para demostrar su inocencia. El tío de la nena, un sujeto de apellido Mora, hoy de 35 años, también dio sangre para ese examen, que finalmente demostró que Sánchez era el padre.
Las pericias psicológicas practicadas a la menor terminaron por cerrar el círculo de sospechas sobre ambos sujetos.
En el acuerdo abreviado acercado a la juez Silvia Peña Sansó de Ruiz, los acusados se mostraron dispuestos a purgar 10 años de cárcel por esa violación, agravada por ser la víctima menor de 13 años y por el grave daño emocional que le causaron, dijeron fuentes judiciales.
La juez aceptó el acuerdo, pero ayer resolvió aplicar una condena inferior a la pactada (tiene la facultad de hacerlo) y condenó a ambos a 8 años y 6 meses de cárcel, precisaron los voceros.
