Los internos que cumplen condena en los pabellones 4 y 5 de la cárcel de Chimbas, se manifestaron sobre las 18 de ayer negándose a ingresar a sus lugares de encierro y al cierre de esta edición mantenían esa postura, como parte de un reclamo más amplio que incluía, principalmente, un aumento y el pago al día del peculio (remuneración por trabajar en prisión), mayores conmutas de pena y sobre el régimen de salidas transitorias, dijeron fuentes penitenciarias.
Si bien desde el Penal calificaron la actitud de los internos como pacífica (‘no quemaron colchones ni causaron otros daños’, dijeron) las autoridades del Servicio Penitenciario Provincial no dejaron de tomar precauciones: reforzaron el cordón de seguridad interno y pidieron apoyo externo a la Policía provincial ante eventuales desbordes. Anoche, en las afueras de la cárcel, había móviles y personal de la Seccional 30ma y el Comando Radioeléctrico al mando de sus respectivos jefes, el subcomisario Lucero y el comisario Figueroa.
Un punto que planteaba polémica anoche era la cantidad de presos que se manifestaban en el interior de la cárcel. Algunos voceros mencionaban a un grupo no mayor de 20, integrado básicamente por los cabecillas que entregaron un petitorio sobre sus reclamos. Otras fuentes del Penal hablaban en cambio de que los manifestantes eran al menos 200.
Fuentes del Penal aseguraron que los internos son los mismos que protestaron hace un par de semanas, y que enarbolaban los mismos reclamos, en algunos de los cuales, el peculio por ejemplo, se habían conseguido ‘respuestas importantes’. Y remarcaron que la posición de las autoridades será esperar, pacíficamente, que los internos reconsideren la situación para que todo vuelva todo a la normalidad.
