La mesa de las mujeres de la parroquia de Media Agua fue la única que no tuvo conservas y rosquitos caseros, ni manteles confeccionados artesanalmente. Pero fue una de las más visitadas por la gente, que la rodeó con la esperanza de recibir una bendición. La razón: en ese lugar estaba San Antonio. Las chicas de esa comunidad religiosa llevaron la imagen del santo para participar de la exposición anual de Cáritas, institución para la que trabajan desde hace sólo 1 mes. La misma se realizó ayer en la Peatonal y por cuarto año consecutivo, con el objetivo de mostrar el trabajo de los talleres comunitarios que funcionan en las distintas parroquias para ayudar a los más necesitados.

Una abuela no aguantó la tentación de levantar una camisa rosada que estaba en la mesa de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, entre servilletas, almohadones y manteles. Lo hizo atraída por su color y el delicado decorado con puntillas. No pudo disimular su sorpresa cuando le explicaron que estaba hecha con un guardapolvo blanco. "Nuestro lema es todo sirve y nada se tira -le explicó una de las parroquianas-. Con el guardapolvo hicimos la camisa, una bolsa para el pan y una manopla que después teñimos y bordamos. A las mujeres que concurren al taller de costura les enseñamos a reciclar ropa que después repartimos entre los pobres".

A la media hora de comenzar la muestra, Rosa, de la parroquia de Media Agua, se quedó sin caramelos. Los repartía de a dos y envueltos en celofán entre la gente que se acercaba a ver las artesanías. Nadie que cruzó la Peatonal se quedó sin visitar esta exposición de Cáritas, deteniéndose en cada una de las mesas expositoras. Sobre todo, las que mostraban los productos de repostería.

"¿Ustedes hacen mesas dulces para fiestas?", preguntó una señora a las mujeres de la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús. Se desilusionó cuando le respondieron que no, más aún cuando le contaron que las maicenitas, pastafrolas y panes dulces que había en la mesa no estaban a la venta.

Lo mismo le sucedió a un hombre que se acercó al stand de la parroquia Santa Gema con intenciones de comprar uno de los cuadros, verdaderas obras de arte hechas por las amas de casa que concurren al taller de arte gratuito que comenzó a dictarse para darles una salida laboral y una herramienta para salir de la rutina diaria. No pudo realizar la operación. La muestra de ayer no tuvo fines comerciales, sino la idea de dar a conocer la tarea de Cáritas en diferentes parroquias de la provincia.