“Empecé a modelar a los 14 años y en la mejor época en San Juan para las modelos se podía vivir de esto. Todos los viernes se desfilaba en el Nogaró, las boutiques y hasta los restaurantes armaban pasarelas y en realidad, no se concebía ni un té bingo sin desfile de modas. Pero con el paso de los años y las crisis económicas, las boutiques se hicieron a un lado y si hacían desfiles llamaban a las amigas de la hija de la dueña, para abaratar costos. Luego dejaron de hacerse estrictamente para modas y empezaron a surgir los desfiles en boliches, que ya eran para mostrar cuerpos. Hoy los desfiles directamente no son frecuentes. Por otro lado, si bien creo que la mayoría de las mujeres soñaron alguna vez con ser modelos, vivir de esto en San Juan es imposible y de hecho ahora las chicas desfilan de onda o porque les gusta. A su vez, que haya más agencias es interesante, pero siento que les faltan contactos y que ninguna se va a destacar hasta que no coloquen una de sus modelos en pasarelas de Buenos Aires. De hecho, Emilia Claudeville y Victoria Furnari no surgieron de ninguna agencia local”.

* Ex modelo y periodista