Totalmente relajada y mucho más sonriente que hace una semana, Melina Villegas, la mamá de Carla, la bebé que con menos de 5 meses superó varios problema de salud, abrió las puertas de su casa y contó cómo fueron las primeras horas de su hija tras recibir el alta. Dijo que lo que más la sorprendió y alegró a la vez, fue la reacción de su otro hijo, quien no quiere separarse de su hermana.
Desde hace dos días, la vida de los Sánchez cambió. Volvieron a vivir bajo el mismo techo y Benjamín, el otro hijo de Melina y Carlos, fue el que más demostró la alegría. A tal punto que quiere estar todo el día con su hermanita y con su mamá, quienes después de mucho tiempo dejaron el Hospital Rawson.
’Es como su guardaespaldas’, dijo Melina al respecto de su hijo, que tiene 8 años y que cuida de su hermana como si fuera un adulto. Es que, Benjamín es el que está casi todo el día junto a ella y le pide a cada visita que llega a la casa que no hable fuerte para que no la despierten. También hace que se laven las manos y se pongan alcohol en gel antes de tocarla, y casi ni respira cuando la tiene en brazos para que Carla esté cómoda. Es más, no para de besarla y ayer cuando se fue a la escuela dejó junto al changuito de la nena su silla, que es desde donde estuvo mirándola y haciéndole cariño.
’Está feliz y pendiente de ella’, dijo la mamá y contó que Benjamín casi no la conocía. Es que la había visto unos pocos días, porque en su estadía en el hospital (casi desde que nació) el nene no podía ingresar a verla porque no los autorizaban. La alegría del nene es porque se siente acompañado. ’Es que estaba muy solito y necesitaba que estemos juntos’, agregó su mamá y contó que Carla ya conoce la voz de Benjamín y se ríe cuando él la habla.
LA HISTORIA DE LA GUERRERA:
Carla nació el pasado 2 de marzo con una complicación cardíaca. Por esto fue sometida quirúrgicamente en el hospital Garrahan y a los días regresó a la provincia en perfecto estado. Luego, sus papás notaron que algo andaba mal. Tras un control detectaron una obstrucción intestinal que derivó en una peritonitis, y por esto fue operada nuevamente. Tras esta cirugía Carla quedó con sus intestinos en una bolsa de colostomía neonatal (que van pegadas fuera del vientre y reciben el líquido de los intestinos) y volvió a su casa pero sólo por un rato. Es que su mamá comenzó a verla mal nuevamente. La internaron porque una de las vías (mangueras que usaban para medicarla) filtró líquido a sus pulmones. Después de eso sufrió un paro cardiorrespiratorio y tuvo que ser reanimada. Este caso se dio a conocer hace una semana porque su mamá empezó a pedir ayuda para comprar las bolsitas que tienen un costo elevado y que ellos no podían enfrentar. La ayuda llegó desde varios rincones de la provincia y hasta de Buenos Aires. Y como si fuera poco aun siguen recibiendo colaboración. Ayer la bebé fue visitada por una señora de Buenos Aires, y le llevó una caja de bolsas de colostomía. Además, esta mujer les ofreció a sus papás su casa por si algún día tienen que viajar a tratar la nena a su provincia. Ahora esperan que la nena, que pesa 3.330 kilos tenga más peso para ser operada para que su intestino vuelva a su lugar original. Mientras tanto la bebé se mostró muy alegre.
