A pesar de no haber ganado el premio mayor, la Virreina asegura que su vida le cambió. Además asegura que salió del anonimato y eso le gusta mucho.

-¿En qué cambió tu vida?

-Fue un mes muy revolucionado. Siempre te levantás y te acostás maquillada. Y hay que estar atenta y predispuesta a cada acto que nos convocan. Gracias a esto, salí de estar en el anonimato y ahora todos me paran y me preguntan si soy la Virreina. Eso me encanta. Además soy la Virreina y lo vivo como algo muy intenso. Y sentir que la gente te apoya es muy emocionante.

-¿Cómo hacés para dividir tus días de Virreina y de estudiante?

-Siempre me levanto temprano y cuando tengo los días sin actividad los aprovecho a full para estudiar. Otras veces no veo ni una hoja. Además le ayudo a mi mamá y hago varios trámites acá en la ciudad. Es que mi mamá trabaja en Media Agua y yo aprovecho y vengo a los bancos y a otras ocupaciones.

-¿Hay alguna anécdota especial que recordés?

-Hubo un día en la Fiesta de la Vendimia que habíamos dormido creo que tres horas. Nos levantaron temprano para arreglarnos. Y desde las 8 hasta las 10 de la mañana tuvimos que estar dentro de una camioneta. Las demás Reinas se sacaron las coronas y se durmieron. Nosotras no podíamos por los peinados, así que tuvimos que dormir con todo puesto. Fue muy chistoso e incómodo.

-¿Tienen algún proyecto para el futuro?

-Pensamos hacer algunos trabajos solidarios. Como por ejemplo ayudar a la Casa Sahni, del hospital. Además, queremos trabajar con las candidatas de los demás departamentos para ver cómo podemos llegar a cada uno de ellos para ayudar a los más necesitados. Por el momento, tenemos planeados cinco desfiles que son solidarios.