Si uno los nombra sabe que se refiere a dos de los mejores veinte ruteros en la historia del ciclismo argentino. Propietarios de laureadas campañas deportivas, integraron a fines de los ’70 y principios de los ’80 el fuerte equipo del Círculo de la Policía Federal. Moisés Carrizo y Eduardo Walter Trillini, un sanjuanino de Albardón y un bonaerense de Bella Vista, que recorrieron el país ganando carreras anduvieron juntos ayer en la etapa reina de la Vuelta en la movilidad auxilio principal del equipo Dogo Italomat, donde corren los dos hijos de Trillini, Sebastián y Gastón.

Cuando se los consultó sobre una definición de su otrora compañero de ruta: ‘Un amigo‘, cuando se refirieron a la persona y ‘el mejor corredor que vi‘, cuando el tema pasó por las cualidades ciclistas del otro. Anécdotas, mil. Alegrías, un montón. Tristezas, algunas. Todas compartidas dentro del seno de un conjunto que ganaba en todos lados, en una época en la que dentro de los pelotones había una treintena de corredores de muy buen nivel.

Ayer volvieron a ser compañeros de ruta, ascendieron a la cima de El Colorado en la movilidad auxilio del conjunto y al final, mientras arribaban los ciclistas se complementaron con los otros colaboradores para hidratarlos y darles una palabra de aliento luego del esfuerzo que significa coronar el promontorio que es límite natural de los Departamentos Ullum e Iglesia.

Con la autoridad que le dan las victorias conseguidas los dos dieron su opinión sobre la Vuelta. ‘Creo que en la crono pasa al frente Dotti‘, confió Moisés. ‘Me parece que la contrarreloj dictaminará quiénes la peleen hasta el final. ¡Ojo! Que ir a la Difunta Correa en la última etapa es complicado para cualquiera‘, sentenció Walter.