Si bien no son escasos los espectáculos que este año llegarán a San Juan, tanto de nivel nacional como internacional; la temporada 2009 se anuncia con cautela y midiendo cada paso. Es que así es como se manejan hoy -crisis mediante- tanto los productores privados como las instituciones locales que se encargan de acercar a los sanjuaninos espectáculos y artistas de distinta jerarquía; uno de los rubros que más se resiente en épocas de vacas flacas.
En este contexto, Marco Antonio Solís se recorta como la apuesta más fuerte -y arriesgada- del año. El cantautor mexicano pisará por primera vez suelo sanjuanino el próximo 17 de marzo en el marco de su gira nacional, con entradas que van desde $60 a los 250. Y aunque de envergadura, sin embargo, esta será una de las pocas inversiones que en principio hará en San Juan el combo integrado por Bebe Albarracín y José Luis Battias; para quienes la plaza mendocina se presenta un poco más alentadora.
Mendoza -con más población y más "cultura de pagar una entrada para ver espectáculos", como se repite- sigue siendo otra palabra clave para San Juan en el negocio del entretenimiento, ya que en este contexto tanto los productores locales como los nacionales buscan armar un "combo" con el fin de achicar costos (de traslado, por ejemplo) y que el viaje sea más redituable.
Así lo vive Fundación Protea, cuya programación para este año depende en buena medida de la que tenga la vecina provincia, la principal para los productores teatrales de Buenos Aires (la mayoría asociados en AADET, Asociación Argentina de Empresarios Teatrales) que en general, si concertan con Mendoza, entonces enganchan con San Juan. Ahora bien, superado este primer paso, habrá que ver si pegaditas a las fechas que pauta Mendoza hay salas disponibles en la provincia, donde -además- son pocos los escenarios que cuentan con las condiciones adecuadas para este tipo de propuestas.
De este modo, y mientras los empresarios teatrales porteños sigue evaluando su temporada para el interior, Protea sólo está en condiciones de afirmar que lo seguro es la llegada de Otelo, la producción de Cibrián-Mahler con Juan Rodó (Drácula) a la cabeza. Y si bien sí hay confianza en que llegarán varias de las obras de la factoría Javier Faroni (Flores de acero y El show de las divorciadas, entre otras) y las del Complejo Cultural La Plaza (donde se exhiben piezas como Gorda o Muerte de un viajante), todavía no están en condiciones de dar títulos ni fechas.
"De hacer, vamos a hacer. Hay que ver qué y cómo, porque va a ser un año duro. Ya hace rato está difícil. Hay que mirar y estudiar mucho", rubrica Hugo de Bernardo, quien coincide con sus colegas en que para traer un buen número y que deje algún rédito hay que cobrar entradas de entre 70 y 80 pesos, "y hay que ver quién está dispuesto a pagar ese precio, cuando ya ni $30 son para todo el mundo". Abocado al género del cuarteto y la bailanta -"que es casi lo único más redituable hoy"-, De Bernardo, quien coincide en que también faltan sponsors, comentó que el uno de los termómetros de la situación que se vive fue la Fiesta del Sol, donde si bien "la primera noche reventó, después no hubo la gente esperada"; teniendo en cuenta que la entrada era de $10 y con artistas como El Chaqueño.
En el otro ángulo de las propuestas, la que sí tiene el panorama más definido es la filial local de Mozarteum, que -pronto a lanzar su 27ma. temporada de abono- ya puede asegurar una programación eminentemente musical, que empezará a correr en abril y se prolongará hasta noviembre. Pianistas de la talla de Bruno Gelber y Benjamin Moser; La porteña Jazz Band y dos orquestas de cámara de jerarquía, una inglesa y otra polaca; son algunos de los ocho números confirmados de la institución, que apunta este año a tener "la música del mundo". Esto sin contar -de darse la oportunidad- algunas funciones que también podrían subir a escena fuera de abono.
"Estamos un poco preocupados sobre todo porque lo cultural no es una necesidad primaria. Además el dólar subió y eso implica que tenemos que buscar un 30% más de ingresos, lo que complica el panorama. Pero confiamos en que la gente nos siga acompañando. Por eso tratamos de darle más servicios, como el uso de tarjetas crédito, el pago en cuotas y algunos descuentos para los abonos", concluyó Fagale, para quien también la crisis seguramente incidirá en el esparcimiento de los sanjuaninos.
