‘Estoy preocupada, porque estamos hablando del museo más importante de la provincia, de un patrimonio cultural e histórico inigualable. Tomaremos todas las medidas que sean necesarias’, dijo Mónica Arturo. La directora de la Casa de Sarmiento se mostró ayer intranquila por la presencia activa de nuevos termiteros en marcos de puertas y ventanas del Primer Monumento Histórico Nacional. Por eso, ayer comenzaron un nuevo tratamiento en la lucha contra esta plaga, que se extenderá hasta al viernes. Y de paso, anunciaron que el control que realizaban dos veces al año ahora se hará cada cuatro meses, mientras que la semana próxima utilizarán un georradar para detectar si existe un gran nido de termitas bajo el piso de la sala principal, como se sospecha. La Casa Natal, en tanto, permanecerá cerrada hasta el 13 de marzo pues están aplicando el veneno contra la plaga, que está controlada pero no erradicada.
Las termitas en el museo fueron detectadas por primera vez en 1980 y desde entonces luchan contra el insecto, que puede tener colonias de más de dos millones de individuos y provocar daños estructurales al introducirse en las maderas.
‘En general, los termiteros estuvieron ubicados en los rollizos del techo y algunos cerramientos y es ahí donde realizábamos el tratamiento. Pero aparentemente se han ido desplazando y ahora aparecieron en marcos y ventanas de un sector en el que no habían estado antes, cerca de las oficinas’, dijo Arturo.
El tratamiento de control de plaga contempla la aplicación de gas insecticida, para lo cual cierran las dependencias del edificio; y con insecticida líquido, que se inyecta en los rollizos y en perforaciones de unos 20 cm en zócalos y marcos.
Esto se realiza dos veces al año, pero ahora lo harán cada cuatro meses. En tanto, utilizarán otra vez un georradar tal como pasó a fines de 2013, cuando estudiaron la estructura de una de las paredes pero finalmente determinaron que allí no había nidos. ‘Ahora vamos a investigar si el o los nidos están debajo de la sala principal. Hay una sospecha, vamos a ver qué datos obtenemos. Este trabajo (ver infografía) lo harán especialistas de la UNSJ.
Las termitas habían dado una tregua, pero tal como pasó en otras ocasiones, reaparecieron. En 1998 sucedió cuando hallaron daños en zócalos y realizaron un intenso tratamiento, mientras que 2002 tuvieron que reemplazar 27 troncos en mal estado y cerraron el museo 3 meses.
