Los 127 ocupantes de un Boeing 737 de la compañía paquistaní Bhoja y al menos once personas en tierra murieron ayer al estrellarse el avión en una zona residencial próxima a Islamabad. El vuelo accidentado unía las ciudades paquistaníes de Karachi e Islamabad.
El vuelo BHO-231 que cubría el trayecto Karachi-Islamabad se estrelló hacia las 19 hora local (11 en Argentina) a causa del mal tiempo y la fuerte lluvia que caía en la capital paquistaní, dijo a la agencia de noticias Efe un portavoz de la Autoridad Civil de Aviación (CAA), Ajmal Alí. Poco después del accidente, las autoridades reconocieron el fallecimiento de los nueve tripulantes y los 118 pasajeros, entre los que no había ningún extranjero, según precisó la CAA.
El avión cayó a las afueras de Islamabad, en la zona residencial de Rawalpindi (donde se encuentra el aeropuerto de la capital Islamabad). La tragedia afectó a una decena de viviendas, once de cuyos ocupantes murieron, según una fuente de la Policía de Islamabad.
Tras el impacto se inició un fuerte incendio y el fuselaje quedó desperdigado y envuelto en llamas, lo cual dificulta las labores de rescate y de recuperación de los cadáveres. Los pocos cuerpos que han podido ser extraídos del lugar fueron trasladados a dos centros sanitarios de Islamabad, que tras conocerse el accidente se vieron abarrotados por centenares de familiares de las víctimas.
El área en la que se estrelló el avión se halla muy cercana a la base aérea militar de Chaklala, contigua al aeropuerto civil de la capital. Según diversas fuentes, uno de los motores del aparato se incendió poco antes del aterrizaje, y un experto en aviación citado por la cadena local Geo aludió a un rayo como posible desencadenante de la catástrofe.
Fuentes de la CAA declararon a los medios que la torre de control perdió contacto con el avión siniestrado diez minutos antes de la hora prevista de aterrizaje, a las 18.50 hora local.
El aparato siniestrado cubría el vuelo inaugural de la ruta Karachi a Islamabad de la compañía Bhoja, una operadora local que había reanudado sus operaciones en 2010 tras cinco años de cierre por problemas financieros, según medios locales.
Esta es la segunda mayor catástrofe aérea de la historia de Pakistán tras el accidente que en julio de 2010 costó la vida a los 152 ocupantes de un vuelo de la compañía Airblue procedente de Karachi que se estrelló en las colinas de Margala en Islamabad.
