‘Me pidieron ‘los $40.000’ y no entendía de qué me hablaban. Entonces saqué mi billetera y les mostré que tenía $15 y mi documentación. Ahí uno me apuntó y me dijo ‘esto te pasa por pobre’ y me disparó 3 veces. Por suerte los tiros sólo me rozaron, pero a mi hijastro casi lo mataron porque otro le disparó y le dio en el medio del cuello’. Así resumía el empleado municipal Raúl Pastén (53) el peligroso encuentro que tuvo ayer junto a su familia a manos de 3 sujetos que los sorprendieron en la puerta de su casa del Bº Santo Domingo, Chimbas. El hombre relató que los malvivientes lo encañonaron en su auto, lo bajaron a golpes y lo llevaron hacia el interior de su hogar. Al ver que no tenía mucha plata, uno de los sujetos le disparó y los plomos lastimaron su hombro y el costado derecho de su tórax. Sebastián Ávila (18), su hijastro, también fue baleado a través de una ventana mientras forcejaba con 2 cómplices. Tras el ataque, al muchacho le sacaron el plomo (sería calibre 22) y se recuperaba en el Hospital Rawson.

Todo pasó a las 6.50 en calle Río Negro 1.440, Chimbas. Pastén había sacado del garaje su auto y después ingresó a su casa. ‘Salí de nuevo y vi a estos muchachos que pasaron corriendo hacia la esquina. Dijeron ‘no es por acá, es por el otro lado’. Pensé que estaban perdidos y me subí al auto. Se devolvieron y 2 me encañonaron por la ventanilla. Me bajaron a los sopapos y patadas y uno me dio un cachazo en la cabeza’, dijo el hombre.

Claudia (20), otra hijastra, vio la situación y se encerró en el comedor junto a su mamá María Rodríguez. ‘Dos de los tipos querían entrar y con mi mamá nos pusimos detrás de la puerta. Mi hermano se despertó por nuestros gritos y cuando vino, los vio tratando de abrir la ventana. Él forcejeó para que no la abrieran y ahí le dispararon’, dijo la joven.

En medio de ese drama, otro de los ladrones le disparó desde la vereda a Pastén y huyeron con la billetera, que más tarde fue encontrada por un remisero.