El juego de los tres niños se interrumpió bruscamente alrededor de las 17 de ayer, cuando Ulises Carmona Olmedo (10) arrojó hacia los cables de media tensión que atraviesan una plazoleta del barrio Teresa de Calcuta, en Pocito, un largo filamento metálico (el circular que recubre un freno de bicicleta) con un piñón atado en un extremo. Segundos después y ante la mirada atónita de su hermano Tobías (12) y su primo Roberto (11), Ulises se desplomó, inconciente. Quedó tirado en el piso con quemaduras en su mano derecha, una herida en su zona abdominal y orina con sangre en sus pantalones. En medio del angustiante drama, su hermano Tobías (12) sacó con el pie el alambre por precaución, pero en la Policía explicaron que no era necesario: todo indica que el viejo piñón de bicicleta apenas hizo contacto con la línea eléctrica; o, en todo caso, transmitió la peligrosa descarga de un arco voltaico.
Lo que siguió fueron minutos de desesperación, en los que hubo múltiples llamados a la ambulancia y mucha indignación, porque el operador que los atendió incluso llegó a decirles que necesitaba hablar con el herido, dijeron ayer los Carmona Olmedo.
Hubo que esperar por lo menos media hora hasta que apareció el vehículo sanitario, pero en ese tiempo fue clave la actuación de los agentes Ibáñez y Vega (apostados en el barrio Teresa de Calcuta), quienes realizaron masajes cardíacos y maniobras de respiración hasta que finalmente consiguieron que el niño vuelva a respirar, dijeron ayer fuentes policiales.
De todas maneras el cuadro del menor era preocupante, porque la descarga le dejó graves lesiones e incluso un cuadro de broncoaspiración, porque a los pulmones habría ingresado el propio vómito del niño, dijeron.
Ulises es el menor de tres hermanos y vive con sus padres en el mismo barrio, pero unas cuadras más al fondo de ese complejo habitacional.
Ayer, alrededor de las 2 de la tarde, los hermanos habían llegado a buscar a sus primos que viven frente a la plazoleta, para jugar. Según sus familiares y fuentes policiales, los niños jugaron a la pelota y la pasaron juntos hasta que Ulises se encontró ese estirado alambre circular de freno de bicicleta con un piñón atado en uno de sus extremos y tuvo la imprudente idea de arrojarlo a los cables de media tensión.
Anoche, su familia vivía intensos momentos de angustia en el hospital Guillermo Rawson, donde el menor permanecía internado en el sector de cuidados intensivos.
