Susana Freydoz fue condenada ayer a 18 años de prisión por el homicidio de su esposo, el gobernador de Río Negro, Carlos Soria, pero no irá a prisión sino que continuará alojada en el área de Salud Mental del hospital de Cipolletti donde está internada desde principios de año.

Los jueces de la Cámara Primera en lo Criminal de General Roca la consideraron autora de ‘homicidio calificado por el vínculo agravado por la utilización de arma de fuego con circunstancias extraordinarias de atenuación‘.

Pasadas las 18, el presidente del tribunal, Carlos Gauna Kroeger, le dijo a la viuda: ‘Señora Freydoz, primero le voy a leer la parte resolutiva y después los fundamentos‘. La esposa del fallecido Soria se secó las lágrimas y escuchó cómo el juez le decía que era condenada, aunque no iría a la cárcel.

Luego de decir que a partir de ayer la acusada comienza a cumplir ‘prisión preventiva‘, Gauna Kroeger leyó: ‘Oficio a la autoridad policial para que arbitre los medios para preservarla de represalias o ataques de terceros, así como impedir que eluda la acción de la Justicia‘.

Respecto al eventual cambio del lugar de alojamiento, ordenó que se forme un incidente en el mismo expediente y comenzó a leer los fundamentos de su voto, tras lo cual se escucharía el de sus colegas, María García Balduini y Fernando Sánchez Freytes.

‘Se encuentra acreditado que no existe ni inimputabilidad ni emoción violenta excusable, sin embargo existen circunstancias extraordinarias de atenuación‘, afirmó el presidente del tribunal.

Freydoz fue acusada de asesinar al fallecido gobernador Carlos Soria el 1 de enero último de un disparo en la cara con un revolver, en el dormitorio matrimonial de la chacra de la familia, en Paso Córdoba, en las afueras de Roca. En el juicio, la fiscal Laura Pérez consideró que el accionar de Freydoz fue consecuencia de la degradación de un matrimonio en el que ambos integrantes de la pareja solían pelear con violencia verbal y enmarcó el homicidio en una conducta de celos obsesivos por parte de la mujer.
Fuente: Télam