José Miguel ‘Checho’ González (28) y Francisco Antonio ‘Pantera’ Guevara (24), partieron ayer otra vez de Tribunales a la cárcel, pero con dos duras condenas en contra (González recibió 15 años, Guevara 13) y los motivos aún en secreto de porqué aquella siesta del 17 de noviembre de 2012, entraron a matar en la Villa Storni, en Concepción, Capital. Esa vez, irrumpieron en moto y a los tiros, uno de cuales se coló por el pecho de Jorge Andrés ‘Peli’ Soria y le dio muerte. Tenía 18 años la víctima y, al parecer, ningún problema con sus victimarios.

Con el que sí tenían problemas, al menos González, era con un primo de Soria, Emanuel ‘Nolo’ Salinas, un joven que en febrero pasado fue condenado a 7 años por vender drogas. Precisamente frente a la casa de Salinas fue la balacera letal.

Un problema por drogas siempre fue la hipótesis más firme entre los pesquisas, porque de las 31 causas que registra González, la mayoría son justamente por esos delitos. Y es por drogas también que su madre, Paula González, y su padrastro, Elio Barroso, están presos (ella tiene arresto domiciliario), ligados con otros barras del Club San Martín.

Durante el juicio, González admitió que ese día llegó en moto con Guevara, y ‘nos agarramos a tiros con el ‘Nolo’ y el fallecido’. La versión nunca confirmada indicaba que, previo a esa balacera, Salinas tuvo problemas con Paula González y hasta le había tiroteado la casa.

El ‘Nolo’ fue investigado, pero al final las pruebas no fueron contundentes y fue sobreseído. Pero ayer la defensa volvió a insistir en que el ‘Nolo’ pudo matar a su primo. Luego de escuchar el fallo de los jueces Juan Carlos Peluc Noguera, Ernesto Kerman y José Atenágoras Vega (Sala II, Cámara Penal) uno de los defensores, Gustavo de la Fuente (los otros fueron Horario Merino y Jorge Olivera Legleu) anticipó que pedirá revisar el fallo en la Corte, porque ‘fue arbitrario y se basó en las mentiras de los testigos que encubrieron al verdadero autor (Salinas)’.

Los defensores insistieron en que hubo un homicidio en riña. Para la fiscal Alicia Esquivel Puiggrós, se probó un homicidio agravado por el uso de un arma y el tribunal le dio la razón.