El escandaloso caso del anciano mecánico que en la tarde del 7 de septiembre de 2009 fue sorprendido a la salida de un hotel por horas con una nena de 11 años, tapada con una campera en el reclinado asiento del acompañante de su Renault 12, terminó ayer con una condena de 4 años y 8 meses de prisión contra el imputado, Manuel Fernández (78 años). Sin embargo por sus problemas de salud y por tener más de 70 años, Fernández cumplirá su pena con arresto domiciliario, beneficio que ya le habían concedido a poco de iniciarse la investigación, el 22 de octubre de 2009, dijeron fuentes judiciales.
La semana pasada, Fernández había aceptado su responsabilidad en ese aberrante episodio y a través de su defensor oficial, Mario Vega, acordó con el fiscal José Eduardo Mallea, proponer un juicio abreviado al juez Héctor Fili (Sala III, Cámara Penal) para evitar el desgaste y la exposición de un juicio normal, a cambio de una reducción en el castigo que podían imponerle. En ese acuerdo, se propuso la pena y el delito que finalmente aplicó ayer el juez Fili: 4 años y 8 meses de prisión por abuso sexual agravado por las circunstancias de su realización, precisaron las fuentes.
Todo se descubrió minutos después de las 18 cuando a la Policía le llegó el dato de que en el hotel "Tu y Yo" de la calle Saavedra, en Chimbas, había un anciano con una nena. Cuando salía, fue sorprendido e intentó hacer huir a la nena, pero cayó preso y en su auto hallaron un frasco con vaselina. La investigación revelaría luego que el encuentro se extendió unos 40 minutos y que no terminó en una violación, porque la nena no paró de llorar.
Aquella vez, voceros del imputado intentaron instalar la versión de que Fernández no sabía la edad real de la niña, y que se la habían ofrecido como antes había ocurrido con otras hermanas mayores de la víctima, todas provenientes de una familia humilde.
Sin embargo, la versión no prosperó y al final pareció imponerse la versión de la víctima de aquella tarde, cuando iba al almacén, Fernández la subió con engaños a su auto en Salta y Colón, que reclinó el asiento del acompañante de su auto y la hizo entrar tapándola con una campera. Y que una vez adentro la sometió a distintas prácticas sexuales que por poco no terminaron en una violación.
